En una nota informan de que los socios pagarán una cuota de 10 euros al año y de que su creación se produce al amparo de la nueva legislación antitabaco.

La nueva entidad, que ya tiene los estatutos y la solicitud presentada en el Ministerio del Interior, está presidida por Saturnino Garcia y domiciliada en unas instalaciones alquiladas al Hotel Prado Real de la localidad serrana.

La cuota servirá para pagar los gastos generados y también para realizar actividades, como degustación de tabaco, charlas sobre el hábito de fumar e incluso terapias de grupo para dejar de hacerlo.

En este club, prosigue la nota, y siguiendo las normativas legales, no se podrá vender ningún producto aunque el socio sí lo podrá adquirir en el exterior y consumirlo en el interior. Para ello, destacan que las instalaciones de este club tienen una “gran ventaja”: que la barra exterior para adquirir sus consumibles está a menos de diez metros.

“Lo peor”, ironizan en la nota, “es que no podemos contratar personal laboral; nos hubiera gustado haber colocado algún parado y así al menos contribuir a la creación de puestos de trabajo”, concluyen.