Desde la tribuna del Congreso, Sánchez animó a los diputados de Junts a que “replantearan su posición” porque se han quedado sin “argumentos”, afeándole que no hay ninguna propuesta “encima de la mesa porque sí la hay”. Salvo que lo expuesto sean “excusas más por el horizonte electoral en Cataluña que por tratar de resolver la situación en Cataluña”, añadió.

“No entiendo que vayan a votar en contra de un gobierno”, trasladó Sánchez a Laura Borràs, la portavoz de Junts, porque con el acuerdo cerrado con ERC se abre la creación de una mesa de diálogo político. Salvo por “dinámicas internas de la política en Cataluña, no se entiende que vayan a votar con la ultraderecha”, insistió.

“Yo no tengo ningún problema en que nos sentemos con ustedes, debatir y dialogar, y tratar de convencerle de que la mejor manera de resolver problemas”, es “hacerlo juntos, es caminar juntos”.

Ante las críticas que vertió Borràs por la judicialización de la situación en Cataluña, Sánchez asumió como propios los errores del anterior Ejecutivo que presidió Mariano Rajoy pese a que, recordó, él denunció el abandono de la política y del diálogo ante la situación en Cataluña.

Si bien, pidió a los dirigentes de Junts que también asuman errores como la unilateralidad o la posición que adoptó Carles Puigdemont porque “es difícilmente comprensible decir diálogo y a la vez impedir que se constituya un gobierno que reconoce abiertamente una mesa de diálogo”. Es “curioso y bastante contradictorio”, concluyó.