Así lo dijo durante su intervención en el debate de investidura, que se desarrolla hoy en el Congreso de los Diputados. “He dicho que este Gobierno no tratará a ninguna persona como enemigo y así será. Pero seremos militantes contra la ideología racista, contra la xenofobia, contra la homofobia y contra el machismo”, dijo Sánchez desde la tribuna.

En este sentido, el candidato del PSOE a la reelección como presidente avanzó que prohibirá las terapias impulsadas algunos grupos ultraconservadores para ‘curar’ la homosexualidad, y que han sido promovidas incluso por algunos sectores de la Iglesia.

“Patriotismo significa amparar por igual a todos los españoles, en especial a las minorías y a los más vulnerables; patriotismo significa exhibir con orgullo nuestros logros en derechos sociales; nuestra condición de pioneros en libertades civiles”, expresó.

"IGUALDAD NO SIGNIFICA UNIFORMIDAD"

Y es que, dijo el actual presidente en funciones, “igualdad no significa uniformidad. Al contrario, la igualdad para ser plena exige el reconocimiento de iguales derechos para todas las singularidades. Por eso, reivindicaremos en todo momento el orgullo de la diversidad; el derecho a la diferencia”.

La ley de Igualdad LGTB fue presentada en mayo de 2017 ante la Cámara Baja y fue redactada por las organizaciones del sector. Aunque al principio fue apoyado por todas las fuerzas parlamentarias, el PP presentó una enmienda a la totalidad con un nuevo texto que fue rechazado por la mayoría del Congreso.

Asimismo, el PSOE presentó más de cien enmiendas que, entre otros puntos, rebajaba a juicio de las asociaciones LGTB los derechos de las personas transexuales.

Esta ley no sólo abarca la identidad del colectivo LGTB, sino también las agresiones homófobas y defiende la necesidad de proteger a las víctimas, al tiempo que reconoce como miembros del colectivo LGTB a los hijos e hijas de parejas LGTB, ya sean naturales o de acogimiento.