Lo denunciaron en rueda de prensa el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monterios, y su representante en la Mesa, el vicepresidente cuarto, Ignacio Gil Lázaro, después de conocerse el acuerdo.

La distribución aprobada ubica a Vox en el tercio derecho del hemiciclo hacia el centro central, a continuación del PP, pero su cuña de abajo a arriba del hemiciclo, desde las primeras a las últimas filas, apenas ocupa unos pocos escaños y es mucho más estrecha que las cuñas que ocupan PSOE, PP e incluso Unidas Podemos, que tiene menos escaños. En consecuencia, la mayor parte de sus escaños se sitúan en la parte más alta, la menos visible.

Espinosa de los Monterios denunció que España se enfrenta a una "grave amenaza" por la izquierda radicalizada y los separatismos y algunos partidos en vez de asumir esa realidad se unen a un "frente de todos contra Vox".

"Algunos no tienen claro cuáles son sus rivales", lamentó, en clara referencia al PP, y "se alinean" con el PSOE y con esa izquierda para "perpetura los privilegios del PNV, de ERC" y ahora también de Podemos, prefiriendo consolidar esa situación a "trabajar codo con codo con Vox en la defensa de los valores que nos unen".

Aseguró que en los días y semanas previos ningún otro grupo ha contactado con Vox para consensuar la distribución de los recursos de la Cámara, los espacios de despachos y reuniones, y ahora se han encontrado con "la cacicada" en la Mesa en la distribución de los escaños en el hemiciclo.

"Ya va siendo hora de que todos se acostumbren" a que Vox es la tercera fuerza parlamentaria, dijo, que tiene cuatro millones de votantes, y que "estamos aquí para quedarnos".