Así lo denunció a través de un comunicado en el que, en este sentido, instó a los ciudadanos a optar en sus compras por alternativas que respeten los derechos humanos de quienes producen los artículos y garanticen la protección del medio ambiente y subrayó que el actual modelo consumista y de producción es “insostenible”.

La entidad puntualizó que en España, el consumo de comercio justo en 2018 superó los 77 millones de euros aunque, pese al aumento de las ventas, con una media de gasto en de 1,67 euros por persona en el último año, el país sigue “a la cola” en relación al resto de países europeos, denunció, al tiempo que consideró “insostenible” el actual modelo consumista y de producción.

La organización recordó que, según datos de Naciones Unidas, la producción mundial de alimentos es la responsable de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero y que la deforestación está “acelerando” el cambio climático. En este punto, se refirió al último informe del Grupo de Expertos en Cambio Climático, según el cual, los alimentos sostenibles son “cruciales” para alcanzar la meta del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1’5 grados.

Por otro lado, criticó que la “alta demanda” de consumo generada en occidente consolida “situaciones injustas e inhumanas” como la explotación laboral y precarización del trabajo, problemática que vive 780 millones de personas, o situaciones cercanas a la esclavitud que sufren unas 25 millones de personas.

Finalmente, la coordinadora estatal hizo hincapié en que el comercio justo se basa en criterios como asegurar unas condiciones de trabajo “dignas y seguras”, el pago de un salario “adecuado”, la no explotación laboral infantil y la producción a través de técnicas “respetuosas” con el entorno natural.