Fuentes de UGT señalaron, en declaraciones a Servimedia, que “no estamos dispuestos a aceptar un recorte de plantilla sin un plan industrial y un plan de viabilidad que asegure el futuro de la planta”.

Desde el sindicato aseguran que es necesario que esté garantizado el futuro de la planta ante la posible caída de la rentabilidad si la empresa que adquiera OPEL decide recortar la carga de trabajo de la fábrica.

Por su parte, la Federación de Industria de CCOO, advierte en una nota de prensa de que se mantendrá “vigilante” para que el proyecto de Magna, si finalmente adquiere OPEL, “garantice el mantenimiento de la planta española”.

Para CCOO, el objetivo prioritario es asegurar el futuro de la fábrica y, para ello, es imprescindible la negociación de un plan industrial, la garantía de carga de trabajo y el mantenimiento del empleo.

No obstante, el sindicato considera “positivo” el hecho de que haya ya un inversor para OPEL, ya que “despeja las dudas sobre el futuro de la empresa en Europa”.