Las mujeres mayores sufren más problemas nutricionales que los hombres

- La brecha de género también afecta a la nutrición en las personas mayores

MADRID
SERVIMEDIA

Las mujeres mayores de España sufren más problemas nutricionales que los hombres. Esto se debe, además de a la alta esperanza de vida, a otros factores socioeconómicos como la jubilación o la soledad, que también afectan al cambio de alimentación de las personas mayores.

Con el objetivo de identificar los problemas que sufren los mayores en España y aportar soluciones, este martes se presentó en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social el ‘Libro Blanco de la Nutrición de las Personas Mayores en España’. La publicación ha sido coordinada por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

“Creo que es necesario, si hay escasez de recursos, dedicarlos fundamentalmente a la mujer mayor porque es donde hay mayores problemas desde el punto de vista nutricional y, desde luego, también son las que más años están viviendo en nuestro país”, dijo el presidente de la FEN, Gregorio, Valera Moreiras.

Durante su intervención recordó que la esperanza de vida que tienen las mujeres españolas al nacer es de 85,7 años, mientras que la de los hombres es de 80,4. Este aumento no significa que las personas envejezcan sanas y en igualdad de condiciones según el género. “Si se mide la buena salud a partir de los 65 años, la brecha de género entre hombres y mujeres es más marcada”, según dijo el catedrático Gregorio Valera. En datos, practicamente el 54% del tiempo que queda por vivir a los hombres a partir de los 65 años es en buenas condiciones, frente al 44% de las mujeres.

SOLEDAD

La soledad es un factor que también afecta a la nutrición de las personas mayores. Valera apuntó que el “mejor factor” para apoyar un “estado nutricional correcto” es que la persona “coma en compañía”. En relación con este aspecto, reflexionó sobre la soledad que sufren las personas mayores en las grandes ciudades.

En este caso, como las mujeres tienen una esperanza de vida mayor, explicó que en muchas ocasiones, cuando falta su compañero, “cambian su modelo alimentario y costumbres”. “Dejan de cocinar, recalientan las comidas o comen más alimentos ultraprocesados con menos nutrientes”, argumentó.

También recordó que las personas mayores suponen más del 45% de todas las altas hospitalarias y advirtió sobre la "muy escasa atención general" que se presta a los mayores. Afirmó que los mayores de 80 años son "los grandes desconocidos" en cuanto atenciones nutricionales. "Envejecer es el destino de todos. Mejorando su presente mejoramos nuestro futuro", alegó.

CAMBIOS FÍSICOS Y MEDICACIÓN

Los expertos también recordaron la importancia de conocer el estado físico de las personas mayores para asegurar su correcta alimentación. Los sentidos se ven envenjecidos con la edad también. El sentido del gusto, además de pérdidas, también sufre redistribución de papilas gustativas, lo que supone un cambio de percepción de los sabores. La pérdida de la capacidad visual o auditiva también influye a la hora de que una persona mayor tenga más o menos apetito.

En el caso del tacto, los expertos recuerdan que tener en cuenta otros factores como la artritis, por si la persona afectada no puede abrir algún envase.

En cuanto a la medicación, el doctor Valera recordó la importancia de conocer si los fármacos afectan al apetito. El aumento de la esperanza de vida puede estar ligado a un aumento de la medicación y, en consecuencia, a un deterioro del sistema gastrointestinal.

El libro ha sido el resultado de más de dos años de trabajo. Han participado más de 140 expertos de diferentes materias y ámbitos de asistencia a las personas mayores. La publicación, en sus 600 páginas, aborda temáticas como la alimentación y estilo de vida saludable; factores de riesgo y patología asociadas a la alimentación; calidad nutricional de los alimentos y la Dieta Mediterránea como modelo alimentario a seguir, entre otras.

(SERVIMEDIA)
17 Dic 2019
ARS/gja