El Banco de España eleva al 2,5% el déficit público para 2019, superior al 2% previsto por el Gobierno

- El organismo prevé que bajará al 1,4% en el 2020 por el crecimiento económico y el bajo coste de financiación

- Espera que la economía crezca un 0,4% en el cuarto trimestre y finalice el ejercicio con una expansión del 2% del PIB

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España ha empeorado en una décima su previsión de déficit público para 2019 y la sitúa en el 2,5%, lo que implicaría repetir y no mejorar el ratio del pasado ejercicio y rebasar el 2% que se ha fijado el Gobierno como objetivo.

Su director general del Economía y Estadísticas, Oscar Arce, explicó este lunes que empeora en una décima frente al pronóstico que tenía el organismo el pasado mes de septiembre “debido, fundamentalmente, a los datos de ejecución presupuestaria”, que están siendo “algo peor” porque “los ingresos se están desacelerando ligeramente”.

En concreto refirió que el pago fraccionado de impuestos de sociedades, sin ser “malo o bajo”, compara con un 2018 que “fue muy positivo y no ha vuelto a producirse en la misma magnitud”, mientras que los gastos públicos han crecido algo más por un aumento superior al previsto en remuneraciones a los funcionarios y en las pensiones.

Las nuevas proyecciones macroeconómicas empeoran igualmente el déficit para el año 2020 desde el 1,8 al 2,1%; la sitúan en el 1,8% para el año 2021, y la bajan al 1,4% del PIB para el ejercicio 2022.

Arce explicó que las proyecciones a futuro se efectúan asumiendo que se produce una prórroga de los presupuestos de 2019, sin “nuevas reformas, nuevas medidas o nuevos cambios normativo”. De forma que si hubiese nuevas cuentas la realidad podría cambiar sus estimaciones.

Pero sin ellas y bajo ese escenario de repetición de cuentas, empeora en tres décimas el objetivo para el próximo año: una décima por el “efecto arrastre” de lo ocurrido este año; y otra décima por los costes extraordinarios sumidos como aquellos asociados a la Gota Fría o Dana y que superaron los 700 millones de euros.

Otra décima en el empeoramiento del déficit para el próximo año lo atribuyó a una variación en el cálculo de las pensiones, ya que ahora asume que subirán en línea con el IPC y no un 0,25% como se fijó en la reforma sobre las pensiones de 2013, a tenor de las intenciones expresadas por la mayoría de fuerzas parlamentarias en esa línea.

Aún así espera que el déficit público "se corregiría gradualmente a lo largo del horizonte de previsión", hasta situarse en el 1,4 % del PIB en 2022. Su mejoría indica que descansaría, sin embargo, "exclusivamente" sobre los efectos favorables del ciclo económico y sobre la continuación del proceso de reducción del coste medio de la deuda, como consecuencia del contexto actual de reducidos tipos de interés.

LA ECONOMÍA CRECERÁ UN 2% ESTE AÑO

A pesar de los cambios introducidos en la previsión de déficit, el Banco de España ha ratificado las estimaciones para el PIB y espera que este año crezca un 2%. En los siguientes ejercicios desaceleraría su progresión a ritmos del 1,7%; 1,6 y 1,5% por, sobre todo, la desaceleración externa, lo que no impedirá que "la presente fase expansiva se prolongue durante el próximo trienio".

Los principales inductores del crecimiento o soportes seguirán siendo, como en los últimos años, la situación patrimonial de hogares y empresas, y la favorable política acomodaticia del Banco Central Europeo (BCE).

Según detalló familias y empresas han acometido un saneamiento patrimonial que “a futuro va a jugar a favor” para que mantengan su capacidad de consumo y endeudamiento. En concreto indicó que las empresas han reducido su apalancamiento en una cuantía equivalente al 45% del PIB y ahora mismo dicho peso es, incluso, “algo inferior a lo que vemos en el conjunto de la zona euro”.

En el caso de las familias, la reducción de su deuda ha sido por una magnitud similar al 25% del PIB, y ahora presentan una proporción sobre PIB “prácticamente idéntica a la que vemos en el conjunto de la zona euro”.

En el cuarto trimestre del año estima, de hecho, que "se estaría manteniendo un ritmo de crecimiento similar" al registrado en el segundo y tercer trimestre del año, cuando alcanzó el 0,4% de progresión "frente al 0,2% de la zona euro".

EMPEORA EL PRONÓSTICO SOBRE EL EMPLEO

Las nuevas proyecciones empeoran, sin embargo, ligeramente el pronóstico en materia de empleo y ahora confía que la economía finalice el ejercicio con una tasa de desempleo del 14,3%, dos décimas por encima del 14,1% estimado en septiembre.

Para el bienio 2020-2021, eleva dicho pronóstico al 13,6 y 13%, respectivamente, también alejado del 13,2 y 12,8% que estimaba se conseguiría reducir con anterioridad, y lo baja al 12,5% en el año 2020.

Su cambio obedece en parte al ritmo de creación de empleo y en parte a un aumento de la población activa. Así espera que el ritmo de creación de empleo sea al 2% este año, 0,2 puntos porcentuales superior al previsto en septiembre, del 1,3% en el año 2020 y del 1,2% para el 2021.

RIESGOS

En cuanto a los riesgos para la economía, el Banco de España continúa observando con preocupación las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y el Brexit, aunque “los últimos indicios sobre esta cuestión son ahora claramente positivos”.

En clave interna, Arce señaló el hecho que aún no se tenga gobierno provoca incertidumbre sobre la “concreción” de las futuras políticas.

(SERVIMEDIA)
16 Dic 2019
ECR/gja