Este estudio, al ue ha tenido acceso Servimedia, echa por tierra la teoría de que el nivel de abstención, que alcanzó el 30,1 por ciento, fue clave en la asignación de escaños.

Los cálculos de "Gallup" arrojan un alto grado de trasvase de votos entre las distintas formaciones políticas, cuyo saldo neto es claramente favorable al PP.

Así, esta empresa calcula que el PP arrancó al PSOE unos 890.000 votos, más del doble de los 420.000 que le cedió. Los populares se beneficiaron también de unos 410.000 electores procdentes de Izquierda Unida, formación a la que el PP sólo cedió 10.000 votos.

El saldo es también favorable al PP en el trasvase con CiU, de la que obtuvo 100.000 y a la que cedió 20.000. Frente al resto de formaciones políticas del arco parlamentario, el PP recibió 320.000 votos y cedió 290.000. Los populares sólo salieron perdiendo ante la abstención, de la que recuperaron unos 720.000 votos, pero ante la que perdieron 1.260.000.

En el caso del PSOE, además de ceder al PP el doble de votos de lo que le arrancó, alimentó con 500.000 votos a las pequeñas formaciones regionalistas, de las que sólo se llevó 50.000. Esto mismo le ocurrió a Izquierda Unida, que sólo recibió 40.000 votos de estas formaciones, a las que cedió 490.000.

ABSTENCIONES

Tanto PSOE como Izquierda Unida obtuvieron un saldo claramente negativo de la abstención. Los socialistas recuperaron de esta bolsa 360.000 votos y perdieron ante ella 1.500.000, mientras que la coalición de izquierda recuperó a 30.000 abstencionistas peo cedió a 280.000.

El PSOE obtuvo un saldo positivo respecto a Izquierda Unida, a la que arrancó 540.000 votos, frente a los 250.000 que perdió en favor de la coalición. También se benefició de CiU, de la que obtuvo 105.000 votos y a la que cedió 20.000.

Este estudio también desmiente que los jóvenes hayan decantado el voto del PP, al dejar en sólo 30.000 votos la distancia que separa a ambas formaciones al cuantificar el voto nuevo recibido. Así, cifra en 500.000 los votos de nuevos electores pecibidos por los populares, en 470.000 los que se han dirigido al PSOE, y en 80.000 los que han respaldado a Izquierda Unida.

De los resultados de las elecciones se desprende, también, que los partidos de índole nacional (PP, PSOE e IU), han perdido cuatro puntos porcentuales de votos que se han ido directamente a partidos regionalistas y nacionalistas distintos de CiU y PNV.

Así, el 83 por ciento de los votos que suman estas tres formaciones nacionales supone un descenso de cuatro puntos respectoal 87 por ciento que sumaron en 1996, y que se han trasladado a otras formaciones, que aglutinan ahora al 11 por ciento de los sufragios, frente al 7 por ciento que sumaron en las elecciones anteriores. CiU y PNV se han mantenido, entre ambas, en el 6 por ciento de los votos.