"Yo ya he dicho que creo que ocho años son suficientes, seguidos, continuados, para poner en marcha un proyecto político. Y sigo manteniendo esa idea, básicamente", ha dicho Aznar. "¿Comparecerá a las siete de la tarde del día tanto del 2004 par decir que es candidato a la Presidencia del Gobierno?", se ha autopreguntado el jefe del Ejecutivo. A él le gustaría poder concluir el ciclo de "progreso y estabilidad" que está viviendo España y "si se dan esas circunstancias", no será candidato.

Quiere una mayoría para conseguir lo que hasta ahora era "una quimera", el pleno empleo, y afrontar el reto tecnológico y la ampliación de la Unión Europea a los países del Este. "No hay reto que no podamos afrontar. Es cuestión de tener la suficiente ambicón".

José María Aznar ha hecho estas reflexiones a preguntas de los periodistas tras leer una declaración en la que ha resaltado que esta legislatura ha sido "la más duradera de la democracia".

"Este Gobierno", prosiguió el jefe del Ejecutivo, "que ni ha perdido la mayoría parlamentaria en ningún momento, ni atravesado por ninguna situación que hiciera precisa la llamada a las urnas, ha renunciado a sacar ventaja de una disolución anticipada del Parlamento".

A pesar de reveses como el abandoo de CiU y Coalición Canaria con la Ley de Extranjería, Aznar sostiene que la mayoría parlamentaria "ha funcionado". Y cuando se le ha preguntado por el anuncio de CiU de que puede pactar con el partido que quede segundo, Aznar ha lanzado a Jordi Pujol una velada amenaza: él también está en minoría y "no vaya a ser que alguién (el PP catalán) tome nota y se apunte" a apoyar al segundo candidato más votado, en este caso, el socialista Pasqual Maragall.

Aznar cree que el control al Gobierno en la legisltura que ahora concluye ha sido "más ágil que nunca" y ha mostrado "cierto orgullo" de haber logrado normalizar la vida política, meter a España en la Europa del euro, combatir un paro "intolerable" que había en 1996 e intentar el fin del terrorismo.