Arenas, que clausuró unas jornadas de balance de legislatura, dijo textualmente que "es difícil que el PSOE mantenga su posición de partido nacional si tiene el nacionalismo dentro de sus filas".

Argumentó que para el PSOE debe ser "muy ifícil" explicar a los ciudadanos que se puede conjugar la idea del presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de que que "se ha ido demasiado lejos en el Estado de las autonomías", con el constante enfrentamiento de Chaves con el Gobierno central, con la propuesta de federalismo asimétrico de Pasqual Maragall y con los pactos suscritos con ERC en Cataluña.

El dirigente popular considera imprescindible que el PSOE clarifique cuanto antes su posición en cuanto a la estructura del Estado, a la ventual reforma de la Constitución y a la política de pactos que seguirá después de las elecciones.

Afirmó que el PP no está por la labor de abordar ninguna reforma o relectura de la Carta Magna "en los próximos cuatro años" y que en ningún caso sus pactos postelectorales significarán una violación de las promesas programáticas del PP a los ciudadanos.

En este punto, Arenas lanzó una advertencia clara a sus hasta ahora socios de CiU, a los que dijo que además de mantener la Constitución, no habrácambios en el Estatuto y que el nuevo régimen de financiación de las comunidades autónomas estará dentro de los límites que determinan ambas normas.

El dirigente popular dedicó su discurso de hoy a relatar los logros del PP en esta legislatura y a atacar al PSOE y a su candidato, Joaquín Almunia, a partes iguales.

Recordó a Almunia que arrastra el lastre de ser un candidato "que no fue querido por las bases de su partido" y que está avocado "a diario" a pactar con los dirigentes de su propia formción.

Criticó duramente la política de pactos que presuntamente seguirá el PSOE después de las elecciones y dijo que esa intención de llegar a acuerdos con todos demuestra que no confían en alcanzar la victoria en las urnas el próximo 12 de marzo.

Arenas contrapuso el "barullo" de los socialistas a la "claridad" del PP, que en todo momento ha suscrito pactos conocidos y suscritos "con luz y taquígrafos".

EFECTO REALIDAD

Evidenciar estas contradicciones del PSOE ante los ciudadanos formará arte de lo que Arenas llamó "efecto realidad", que se derivará de manera natural de la comparación entre lo dicho y hecho por el PP y por los socialistas.

Animó, por tanto, a los dirigentes populares asistentes al acto de hoy a defender y explicar sin complejos lo hecho por el PP, que desde todos los puntos de vista ha supuesto un avance.

Consciente de que su gestión va a ser analizada con "más minuciosidad" que nunca, Arenas pidió a los popularse un "esfuerzo" para explicar lo hecho, algo que admás de ser una "obligación" es, en este caso, "una satisfacción".

Arenas espera que los resultados de esta campaña, que llamó "efecto balance", serán positivos para el PP y evidenciarán que los populares tienen proyecto de futuro, mientras que los socialistas "son un riesgo de vuelta atrás", porque "no han sabido superar el tránsito del Gobierno a la oposición, ni han sido capaces de renovarse".

METER LA PATA

El secretario general del PP reconoció que si bien en su partido se ha podido "meter l pata", "nunca hemos metido la mano", y si en algún momento se ha detectado alguna irregularidad, "lo hemos afrontado". Puso como ejemplo el "desnudo" que hizo ante las Cortes el portavoz del Gobierno y ministro de Industria y Energía, Josep Piqué.

En cuanto a la paz en el País Vasco, Arenas dijo que el PP nunca ha aceptado el chantaje de los terroristas ni lo va a aceptar. Responsabilizó a ETA de la ruptura del diálogo y se mostró convencido de que la banda tiene "un miedo pavoroso a la paz".

Fialmente, insistió en que es necesario mantener el "espíritu de Ermua", porque será un instrumento "clave" para el logro de la paz en los próximos años.