En una jornada sobre ‘El futuro del vino español’, el ministro afirmó que el Gobierno siempre ha dicho que prefiere una salida ordenada a una abrupta de la UE por parte del Reino Unido.

El mayor deseo del Gobierno, dijo, es que España tiene que “preservar” su destacada presencia en el Reino Unido en mercados tan importantes como el del vino. “Comprendo la preocupación por los costes comerciales superiores que tendríamos. Tenemos que hacer todo lo posible para seguir con un mercado tan interesante para el vino español”.

En esta misma jornada organizada en Madrid por Nueva Economía Fórum, el director de la Organización Internacional del Vino (OIV), Pau Roca, manifestó que le “preocupa” que Reino Unido entre en “la dinámica de un grupo pequeño de países, aunque liderado por Estados Unidos, que favorece el reconocimiento mutuo entre países en lugar de la armonización” internacional”, porque eso se convierte “en un pequeño club”.

A Roca le preocupa que la salida de Reino Unido de la UE se traduzca, por ejemplo, en que en Gran Bretaña se empiecen a dar unos “niveles de tolerancia de sobreaguado del vino” que “degraden las exigencias” que hasta ahora venían rigiendo en ese país, marcadas por las directrices de la OIV y la UE.