El convenio, publicado este viernes en el BOE, señala que el alargamiento de los pagos en estas operaciones está teniendo “un impacto muy significativo sobre las empresas, en especial sobre las de menor dimensión”.

De hecho, esta morosidad ha venido siendo objeto de especial atención en la Unión Europea, que ha establecido medidas de lucha contra este problema.

En España, Cepyme ha lanzado un conjunto de actuaciones entre las que desaca un ‘monitor’ de la morosidad. Sin embargo, Industria y la confederación de pymes van a dar un paso más allá y han acordado publicar boletines periódicos de morosidad y elaborar una “encuesta de cobros, pagos y financiación de las empresas” que permita conocer aspectos como los plazos de retrasos, la forma de afrontar la financiación de los deudores y acreedores y los tamaños y territorios de las empresas más perjudicadas.

PROBLEMA GENERALIZADO

Según un reciente informe de Crédito y Caución, la desaceleración económica y la “debilidad” que acusa la demanda externa por culpa de las tensiones comerciales ha aumentado la morosidad en las empresas españolas desde el 1,5% al 2,4% en apenas un año, según informó este miércoles Crédito y Caución.

Conforme a su último barómetro de pagos, el 88% de las empresas se han visto afectadas “negativamente” por los impagos de otras compañías en los últimos doce meses” y un 31% de ellas han tenido, incluso, que posponer o incumplir los pagos con sus propios proveedores por esa situación.

Otro 33% de las compañías han tenido que aumentar sus reclamaciones de deuda sobre facturas pendientes y cerca del 20% prevé comenzar a ofrecer descuentos a los clientes por la liquidación anticipada de sus facturas para combatir la situación.