Según informa la hotelera a la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), estas menores ganancias se explican por menores plusvalías y por la peor evolución del negocio en República Dominicana y Canarias.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 374,9 millones, un 7,9% inferior al de hace un año.

Asimismo, los ingresos ascendieron a 1.388,1 millones de euros, lo que supone una caída del 1,8% en relación con el ejercicio precedente.

En cuanto a la operativa, el ingreso medio por habitación ocupada (RevPar) alcanzó los 71,1 euros, cayendo un 1%. Sin contar los hoteles de régimen de gestión fue de 88,9 euros, un 0,2% superior.

Al cierre de septiembre, la deuda neta de Meliá ascendía a 655,7 millones, incremento un 48,2% superior a la de diciembre de 2018.

En el último trimestre, en España prevé un mejor comportamiento de los hoteles vacacionales, aunque con cautela en cuanto a los hoteles de Cataluña, ante la situación ya conocida.

También espera un impacto positivo por la celebración de la cumbre del Clima que tendrá lugar en el mes de diciembre en Madrid.

Sobre la quiebra del grupo Thomas Cook advierte de que es el elemento más significativo que impactará la División en el último trimestre, afectando a los mercados de Reino Unido y Alemania, debido a la falta de vuelos.

Asimismo, se espera el impacto de las recientes decisiones de Trivago de retirar un grupo numeroso de hoteles de Cuba de sus canales de venta, motivados por la entrada en vigor del Título III de la ley Helm Burton.