Ésta es una de las conclusiones de un estudio realizado por 33 investigadores pertenecientes a 20 centros de cinco países europeos (Bulgaria, España, Francia, Grecia e Italia) y publicado en la revista 'Journal of Biogeography'.

El cernícalo primilla es una pequeña rapaz amenazada que cría en oquedades y agujeros de edificios en pueblos y ciudades. Entre sus principales amenazas se cuentan la desaparición de las construcciones que emplean como refugio y los problemas derivados de la intensificación agrícola, que impactan negativamente en la mayoría de las aves agrarias.

Los investigadores analizaron los movimientos migratorios de 87 adultos reproductores marcados con diferentes dispositivos de seguimiento remoto, como geolocalizadores, transmisores por satélite y registradores de GPS. Las aves procedían de las tres principales poblaciones europeas: ibérica (España, Portugal y Francia), italiana (Italia) y balcánica (Grecia y Bulgaria).

Los resultados muestran que el cernícalo primilla realiza una migración en un frente amplio a través del Mediterráneo y el desierto del Sahara, sin cuellos de botella y con rutas diferentes para cada población.

Así, las aves ibéricas invernan en un área proporcionalmente reducida del Sahel occidental (Senegal, Mauritania y Malí), las balcánicas en una zona más grande del Sahel central (Níger, Nigeria y Chad) y las italianas entre medias de las anteriores (del este de Mali hasta Nigeria).

La distancia de migración es mayor en la ruta de los Balcanes, más corta para las ibéricas e intermedia para las italianas. En conjunto, el área invernal es una franja de unos 5.000 kilómetros.

Cada población reproductora, además de tener distintas zonas de invernada, presentan rutas y zonas de invernada diferentes. Por ello, el cernícalo primilla muestra una fuerte conectividad migratoria, lo que es raro en migrantes de larga distancia. Esto es fundamental para la conservación de la población europea de esta especie, puesto que cada población reproductora puede presentar distintos problemas de conservación según la ruta y zona de invernada que emplea.

Los marcajes en España los desarrollaron SEO/BirdLife y Grefa, y forman parte del programa Migra, que cuenta con la colaboración de Fundación Iberdrola España.