Los CDR contemplaban cuarteles, plantas solares e instalaciones de Renfe como posibles objetivos

MADRID
SERVIMEDIA

El sumario de la `operación Judas´ de la Guardia Civil contra los CDR revela que los detenidos se habían hecho con fotografías de cuarteles de la Benemérita, instalaciones de Renfe, agentes participantes en los registros en la Consejería de Economía de Cataluña el 20 de septiembre de 2017 e incluso una planta solar, como posibles objetivos de sus acciones de sabotaje.

Uno de los detenidos el pasado 26 de septiembre admitió en su declaración ante el juez Manuel García Castellón que había adquirido material para fabricar explosivos en dos laboratorios donde experimentaban para obtener termita, cloratita o ácido pícrico. Uno de ellos era el domicilio de los padres de uno de los detenidos, Jordi Ros, en Sabadell (Barcelona), el otro la casa de Alexis Codina, también detenido, en Sant Fost de Campsentelles (Barcelona).

Los dos fueron detenidos en esta operación y están en prisión provisional por orden judicial. Allí experimentaban, segun dijo, las mezclas que luego estudiaban utilizar en objetivos estratégicos, incluidas torres eléctricas de Cataluña, Aragón y Madrid. En poder de los detenidos se encontraron fotografías de agentes de policía, mossos d´esquadra y guardias civiles, de instalaciones de Renfe, de la planta solar de Sant Fost de Campsentelles, estaciones eléctricas y del cuartel de la Guardia Civil de Canovelles (Barcelona). Algunas de esas fotografías fueron tomadas con drones o captadas en imágenes de satélite.

Los investigadores creen que esas fotografías y las búsquedas a través de Internet de la localización de instalaciones de la Guardia Civil "pudieran estar relacionadas con la localización de posibles objetivos sobre los que llevar a cabo acciones” en las que usar esas explosivos con los que estaban experimentando.

En concreto, los encargados de fabricar los explosivos eran Jordi Ros y Alexis Codina, ambos en prisión provisional. Durante sus experimentos llegaron a provocar incendios en los laboratorios. Solían trabajar en horario nocturno: "Mejor quedar después de cenar, que no haya niños a la vista", dicen en una conversación telefónica ambos investigados.

De hecho, Codina recuerda a Ros que tiene hijos y no quiere que “los niños le vean trajinar con ácidos y cosas así para que no les pique la curiosidad". Esa sería la razón de que todos los trabajos se realizaran a partir de las 23.00 horas y hasta la madrugada.

(SERVIMEDIA)
07 Nov 2019
SGR/gja