Lo hizo en una entrevista en Antena 3 recogida por Servimedia, donde criticó así el último cambio del programa electoral del PSOE, que ha incluido, supuestamente a instancias del PSC, menciones al federalismo y a la Declaración de Granada socialista de 2013 que supuso la apuesta más clara del partido por esta concepción del Estado.

En un primer momento, mientras hacía sobrevolar de nuevo la sospecha de que el PSOE prefiere pactar con el PP que con Unidas Podemos, Iglesias manifestó que “Sánchez tiene que aclarar, no sólo si es plurinacional en Barcelona y no en Madrid, sino con quién quiere pactar” después de las elecciones del 10 de noviembre.

Al final de la entrevista, presumiendo de que Unidas Podemos sí apuesta por la plurinacionalidad de España y lo hace tanto en Madrid como en Cataluña, volvió a la carga contra esta supuesta vacilación o incoherencia del líder socialista, al denunciar que “Pedro Sánchez no dice lo mismo según esté al lado de Iceta o al lado de otros dirigentes de su partido”.

Por lo demás, Iglesias insistió, como en otras entrevistas de los últimos días, que él “por supuesto” habría cogido el teléfono en La Moncloa al presidente de la Generalitat, Quim Torra, porque “en el sueldo te va” hacerlo con cualquier mandatario autonómico, y, a la pregunta de qué le habría dicho, contestó que le habría propuesto “hacer una mesa de partidos donde se pueda hablar de todo”, una idea que ya lanzó a comienzos de semana junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

También reiteró su enfoque de que en el conflito nacionalista catalán “toca desinflamar y ponerle cabeza y sentido común a algo que requiere una solución política”, si bien reconoció que el independentismo también ha mostrado hasta ahora “bastante poca” empatía hacia la mitad no separatista de Cataluña. En este sentido, mencionó que la propia expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, al admitirlo desde la cárcel, reveló que en ese mundo “algunos sectores, no todos, están reconociendo errores y que el unilateralismo fue un error”.

En abstracto, él defendió que “ser español no es solamente ser de Madrid” y dijo que le gusta “vivir en un país diverso” y “con diferentes sentimientos de agregación”. También preguntó “qué diferencia hay entre nacionalidad (el término que recoge la Constitución) y nación”.

Incluso en materia de financiación autonómica, sobre la que “hay que abrir un gran debate de país”, señaló que él no es “partidario de la centralización” ni de imponer una armonización fiscal". "No sé si el PNV estaría de acuerdo con esto”, deslizó. A su juicio, hay “necesidades diferentes según las regiones". Eso sí, defendió que “no haya paraísos fiscales” como algunas comunidades gobernadas por el PP que bajan los impuestos.