Los cerca de 5.000 trabajadores que pueden acogerse voluntariamente a las bajas han tenido de plazo para inscribirse aproximadamente un mes desde que la dirección de la compañía y los sindicatos sellaron el pasado 27 de septiembre su acuerdo sobre este plan en el marco de la firma del nuevo convenio colectivo.

Los cálculos son que se apunten unos 3.000 empleados, en cifras similares a los del anterior plan de desvinculaciones de 2015, al que se apuntó cerca de un 60% por ciento de potenciales beneficiarios.

José Ramón Sánchez, representante de UGT en Telefónica, ha dicho a Servimedia que hasta que la empresa no facilite las cifras cerradas de afección al plan, es complicado aventurar una cifra de inscritos, porque la empresa ha mantenido reuniones en grupo con trabajadores, no individuales, y es difícil conocer la respuesta global que tendrá la oferta de la empresa más allá de lo que pueda pulsar cada sindicato entre sus afiliados.

Los perfiles de los empleados que no se apuntan suelen ser de empleados que tienen hijos estudiando fuera del domicilio familiar y los que aportan el único sueldo a la unidad familiar.

El plan de salidas, que prevé un 68% de salario bruto hasta la edad de jubilación, tendrá un coste en torno a los 1.600 millones de euros antes de impuestos, según las previsiones comunicadas por Telefónica a la CNMV.

El grupo que preside José María Álvarez-Pallete calcula que este nuevo PSI le reportará unos ahorros anuales del entorno de 220 millones de euros a partir de 2021, y prevé que el impacto en generación de caja sería positivo desde el primer año, dependiendo del grado definitivo de adhesión al plan.