En declaraciones a los medios de comunicación en la sede del partido, el portavoz de justicia y candidato en esas elecciones, Edmundo Bal, denunció que los españoles están "hartos" de despertarse cada día con nuevas informaciones relacionadas con casos de corrupción que son consecuencia de "cuarenta años de bipartidismo".

Uno de los objetivos de Ciudadanos es imponer los criterios de mérito y capacidad para el nombramiento de los altos cargos de la Administración y desterrar la designación de personas cuyo "único mérito es ser fieles" al partido que gobierna o "amiguetes" de quienes los nombran.

Además, quiere limitar los mandatos para que las instituciones no sean "poltronas", eliminar los aforamientos de los políticos e impedir los indultos a condenados por delitos de corrupción, incluida la malversación, delito por el que han sido condenadas varias personas indultadas por el actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, según denunció, de lo cual se deduce que para el PSOE la malversación de dinero público no es un delito de corrupción.

Ciudadanos considera urgente también reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para que los vocales del CGPJ sean elegidos por los propios jueces y magistrados y evitar el "cambalache" de su nombramiento por los partidos políticos, y dada la necesidad de mayoría absoluta llama al consenso para poder acometer esa reforma.

El partido pretende además introducir la obligatoriedad de que todo investigado por delitos de corrupción tenga que abandonar su puesto de responsabilidad política y que si es condenado no pueda volver a ocupar ningún puesto desde el que se gestionen los intereses generales de los ciudadanos.

Quiere endurecer en el Código Penal el tratamiento del enriquecimiento ilícito de los políticos, e introducir "delitos de despilfarro" del dinero público, poniendo como ejemplo las autopistas radiales de Madrid o los aeropuertos de Castellón y Ciudad Real, que fueron inversiones "desastrosas" para los intereses generales.

Edmundo Bal subrayó que lleva toda su vida profesional luchando contra la corrupción desde la Abogacía del Estado, y está "a gusto" en Ciudadanos porque es el único partido que tiene ese objetivo como seña de identidad, con "cero" casos después de quince años de vida.