Según informaron CCOO y UGT, esta misiva se debe a la “profunda preocupación” de las centrales por la decisión del Ministerio de aumentar los límites de exposición profesional al polvo respirable de sílice cristalina, el bromoetileno y la acrilamida, considerados sustancias cancerígenas, en el marco de la trasposición de la Directiva 2017/2398 que modifica la directiva de agentes cancerígenos y mutágenos.

Los sindicatos exponen en la carta que los mínimos ya adoptados son “el mínimo común de protección a la salud que se ha logrado consensuar”.

Advierten de que “reducir el nivel de protección que se viene aplicando en España (5 años para la sílice y 2 décadas para el bromoetileno y la acrilamida) aprovechando la trasposición de una Directiva constituye un preocupante precedente que afectaría al conjunto de la UE, porque, de seguir esta lógica a la hora de trasponer la normativa comunitaria, lo que está pensado como estándares mínimos de protección se convertirían en máximos, impidiendo consolidar avances en las políticas de prevención de riesgos laborales”.

Manifiestan especial preocupación por la sílice, puesto que España es el país de la UE con mayor cantidad de trabajadores expuestos y en los últimos años se ha producido un “acusado repunte” de los casos de silicosis, patología pulmonar y actúa como precursora de los casos de cáncer debidos a estas exposiciones.

“El proyecto de real decreto que elevaría los límites de exposición profesional para estas tres sustancias aún no ha sido aprobado por el Consejo de Ministros de España por lo que le instamos que reconsidere esta medida”, piden.

“Creemos que su Ministerio y el Gobierno de España aún están a tiempo de tomar en cuenta las recomendaciones del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, organismo científico-técnico de referencia en materia de prevención de riesgos laborales, que en un informe desaconsejaba el incremento de estos valores límites”, destacan en la misiva, y consideran que la decisión estaría “injustificada”.