Según informa el administrador ferroviario, tras iniciar los trabajos en junio, estos días se está ultimando la reforma integral del túnel, una actuación que ha supuesto una inversión de más de 45 millones de euros.

El objetivo ahora es concluir las obras en los próximos días y poder así restablecer el tráfico ferroviario -cortado desde junio- a lo largo del mes de noviembre, tal y como estaba previsto.

El túnel de Recoletos, de más de siete kilómetros de longitud, comunica las estaciones de Atocha y Chamartín a través de las estaciones intermedias de Recoletos y Nuevos Ministerios. Esta infraestructura presta servicio a las líneas de Cercanías C1, C2, C7, C8 y C10, además de a trenes de media y larga distancia.

La construcción del túnel se inició en 1933, aunque no se puso en servicio hasta 1967. Gracias a su reforma integral, se mejorará la fiabilidad de la línea y de sus instalaciones, reduciendo notablemente la posibilidad de que se produzcan incidencias que afecten a la circulación, lo que redundará en una mayor calidad del servicio.

Además, se facilitarán las labores de mantenimiento de la nueva infraestructura y se incrementará el confort de los viajeros. Al mismo tiempo, se reforzarán las medidas de seguridad en el túnel, facilitando su evacuación en caso de necesidad.