En esta segunda fase, Cruz Roja trabajará con 243 entidades participantes y, en total, repartirá alimentos a cerca de 77.000 personas vulnerables. Los alimentos son de carácter básico, poco perecederos y de fácil transporte y almacenamiento, según explicó la entidad.

En la “cesta de alimentos” de este año se incluyen garbanzos cocidos, pasta alimenticia espagueti, macedonia de verduras, pera y macedonia de frutas en conserva, atún y sardinas en conservas, conserva de cerdo (magro), batidos de chocolate, arroz blanco, leche, tomate frito, galletas, tarritos infantiles y aceite de oliva.

Esta cesta ha sido elaborada con la colaboración de las ONG y expertos en nutrición del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. “Se trata de alimentos especialmente nutritivos que van a contribuir a satisfacer las necesidades de personas adultas y, de manera especial, de los menores”, explicó Cruz Roja.

El 90% de las personas beneficiarias de este programa vive en situación de pobreza extrema y el 52% está en paro de larga duración, según los datos del Boletín sobre la Vulnerabilidad Social de las dos entidades impulsoras.

Además, el 71% de las personas beneficiarias del programa son mujeres y en el 16% de los hogares había personas con discapacidad. La población atendida suele presentar problemáticas como escasez de ingresos, desempleo, problemas de vivienda o de salud.