Así lo señala el operador de telecomunicaciones en una comunicación remitida a la CNMV, recogida por Servimedia, en la que afirma que, en lo que se refiere a España, se observan “tres focos de incertidumbre”. El primero, como “consecuencia de la situación política en Cataluña y su impacto en las condiciones de financiación de la economía española, dado el calendario exigente de vencimientos que todavía afronta el país”.

En segundo término, menciona “la incertidumbre sobre las políticas económicas a ejecutarse de 2020 en adelante, dada la elevada fragmentación política existente y la falta de acuerdos en temas claves”.

Finalmente, los analistas de Telefónica observan como tercer foco de riesgo que España sea uno de los países más abiertos al exterior desde el punto de vista comercial, lo que hace que “cualquier situación de reversión proteccionista pueda tener implicaciones significativas”.

Del exterior, el grupo que preside José María Álvarez-Pallete destaca la amenaza de la salida del Reino Unido de la UE. “La situación podría empeorar dependiendo del resultado final del ‘Brexit’, que podría llevar a un aumento de los conflictos regulatorios y legales en materia fiscal, comercial, de seguridad y de empleo”.

“Estos cambios pueden ser costosos y disruptivos para las relaciones empresariales en los mercados afectados, incluyendo las de Telefónica con sus proveedores y clientes”, indica el informe.

En Latinoamérica, la primera ‘teleco’ española alerta de que “el riesgo cambiario es particularmente notable”, acrecentado por los efectos de las tensiones comerciales de Estados Unidos y China. De Brasil, ve como principal riesgo el de la sostenibilidad fiscal, y de Argentina asegura que los riesgos macroeconómicos y cambiarios se mantienen elevados a corto plazo.

DEUDA

Sobre la deuda de 40.230 millones de euros que tiene Telefónica, la compañía dice que una disminución de su liquidez, unido a una refinanciación de los vencimientos o en la captación de nuevos fondos como deuda o recursos propios, podría obligarle a utilizar recursos ya asignados a inversiones u otros compromisos para el pago de su deuda financiera, lo cual podría tener un efecto negativo en los negocios del grupo.

“La financiación podría resultar más difícil y costosa ante un deterioro significativo de las condiciones en los mercados financieros internacionales o locales”, añade el escrito remitido al supervisor.

En materia de riesgos legales o de cumplimiento normativo, Telefónica señala que es parte en litigios, reclamaciones de carácter fiscal y de competencia cuyo resultado es "impredecible". “Un resultado adverso o un acuerdo extrajudicial podrían representar un coste significativo”, advierte.

A modo de resumen sobre los riesgos de negocio, Telefónica dice que opera en mercados altamente competitivos, por lo que existe el riesgo de que el grupo “no sea capaz de comercializar sus productos y servicios de manera eficiente o reaccionar adecuadamente frente a las distintas acciones comerciales realizadas por los competidores”.

Asimismo, avisa de que la consolidación del mercado, así como las operaciones de fusiones, adquisiciones, alianzas y acuerdos de colaboración con terceros (por ejemplo, la posible integración de las empresas del sector de contenidos/entretenimientos, como Fox y Disney, y ATT y Time Warner) pueden afectar a la posición competitiva de Telefónica, y afectar a la eficiencia de las operaciones e incluso a la continuidad del negocio”.