“Los niños representan uno de los grupos más vulnerables en esta crisis humanitaria, muy especialmente los que viajan sin la compañía de adultos, aquellos que se quedan solos en casa mientras sus padres trabajan o buscan trabajo y los que se ven obligados a trabajar con ellos en las calles”, alertó la ONG en un comunicado.

Aldeas Infantiles puso el foco en aquellos niños y niñas en situación irregular e indocumentados, algo que les impide acceder al sistema educativo y disponer de muchos otros derechos en Colombia, país que acoge a actualmente a alrededor de un millón y medio de venezolanos en el exilio, ya sea con intención de permanecer en el país o en tránsito.

“Todo ello aumenta el riesgo de abusos, explotación sexual, trata y reclutamiento forzado por parte de grupos armados”, advirtió la entidad, asegurando que esto ha complicado la situación en las zonas fronterizas, desbordando los sistemas de atención a la población migrante o de servicios sociales y salud.

De hecho, la ONG estima que en Colombia hay 320.000 niños y niñas venezolanas en situación de riesgo, por lo que lleva más de un año proporcionando ayuda humanitaria, protección y apoyo a menores y sus familias. Para ello está proveyendo de ropa, alimentos y refugio temporal en distintos puntos del país, así como transporte hasta los albergues habilitados.