Arrimadas, junto a la portavoz nacional de Ciudadanos y candidata a la Presidencia de la Generalitat, Lorena Roldán, se desplazó al aeropuerto de Barcelona para denunciar "el caos" sembrado por los "radicales separatistas" instigados desde la Generalitat a protestar por la sentencia del Tribunal Supremo.

Desde ese "epicentro de un territorio sin ley" denunció el "tsunami totalitario que pretende violar las libertades de los catalanes" mientras el Gobierno de Sánchez pretende "quitar hierro" a lo sucedido, al hecho de que decenas de personas hayan tenido que dormir en el aeropuerto, hayan perdido sus vuelos, o no hayan podido hacer su vida normal.

Mientras todo eso ocurría, denunció, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, "no descarta" una reunión con la Generalitat pero el presidente, Pedro Sánchez, sí descarta reunirse con Rivera y Casado para una respuesta conjunta. "No es momento de defender a sus socios", dijo, sino a los "ciudadanos indefensos".

Arrimadas subrayó que en cualquier otro lugar sería "inimaginable" que un presidente de un gobierno, en este caso de la Generalitat, "agradeciera a los totalitarios que hayan atacado a su propia policía", y que mientras eso sucede el Ejecutivo de la nación esté "acomplejado, maniatado por sus pactos".

Los dirigentes de Ciudadanos insisten, además, en la necesidad de recuperar competencias trasnferidas a la Generalitat para que la determinación de las condiciones penitenciarias de los condenados no dependa "de sus compañeros de partido", porque eso implica generar "privilegios" de unos presos frente a otros.

Lorena Roldán explicó que la pasada noche, además de ser atacada la sede de Ciudadanos en Barcelona y las de otro partidos, el comercio de los padres de Albert Rivera sufrió un "enésimo ataque", y lanzó un mensaje "a los totalitarios: por mucho que nos amenacéis, que nos señaléis, no conseguiréis callarnos".

Roldán denunció el "balance desolador" de lo que ha sido un "asedio sin precedentes" a una infraestructura esencial por parte de "radicales instigados" por el presidente de ERC en el Parlamento de Cataluña, y se preguntó si el siguiente objetivo será "ocupar" hospitales, escuelas o el propio Parlamento.

Acusó a Torra de no actuar como presidente de la Generalitat defendiendo a los ciudadanos que están sufriendo ese caos, sino como "cabecilla" de los radicales que los provocan, y dejó claro que, frente a la actitud de los socialistas, Ciudadanos seguirá siendo "el referente incotestable del constitucionalismo en Cataluña".