Fuentes de la cúpula del PP consultadas por Servimedia ya no esconden sus buenas sensaciones tras las encuestas que apuntan un fuerte ascenso el 10-N después de haber tocado su suelo histórico con tan solo 66 escaños el 28-A. Perciben que se están consolidando y se atreven a pronunciar abiertamente los 100 escaños, lo que estrecharía mucho el margen con un PSOE que estiman que tendrá un resultado parecido al actual (123 diputados).

“La línea de los 100 diputados define quién es la alternativa real”, argumentan las mismas fuentes, que consideran que podrían tocar e incluso superar esta cifra en los próximos comicios generales. A ello suman que Cs y Vox están en “una lucha por el descenso”, hasta el punto de que su competición es “por la permanencia” sin tener ningún margen para disputarle el liderazgo a Pablo Casado.

En términos futbolísticos, desde la cúpula del PP hablan de que su partido y el PSOE “juegan la liga” en España y que Cs y Vox están centrados en ver “quién baja a segunda”. Se refieren así a los sondeos que recogen una abrupta caída del partido de Albert Rivera y apuntan incluso a que podría ser adelantado por la formación que dirige Santiago Abascal.

Aunque en el PP ven más factible arañar votos a Cs que a Vox, remarcan que este último partido ya no congrega a las multitudes de la anterior campaña en sus mítines –como el de este domingo en Valladolid– y piensan que podrán captar a parte de su electorado “ya desengañado”, aunque tenga muchos “fieles”.

Hacen este análisis a pesar de reconocer que las encuestas le van “bien” a Vox, algo que en parte atribuyen a que el presidente del Gobierno en funciones y líder socialista, Pedro Sánchez, “está en una operación para blanquearles”. Además, dicen que con que Vox supere “un poco” a Cs empezará a entrarle “muchos escaños” en distintas provincias. Explican que esto ocurriría si Cs se “desploma” en algunas circunscripciones y Vox, como consecuencia de la ley d’Hont, acaba por capitalizar ese escaño en liza.

DIFÍCIL SUMAR

En cualquier caso, en la dirección del PP reconocen que su batalla en los próximos 28 días también será por la abstención y ahí es donde esperan imponerse al “convencer” a quienes pensaban quedarse en casa. En este escenario, cargos del PP consultados por Servimedia siguen refiriéndose al gran hándicap de que dé la suma para cualquier posible pacto de gobierno si bajan tanto sus potenciales aliados de Cs y Vox.

No obstante, cada vez hay más dirigentes que se muestran esperanzados y que venden estas elecciones como una “oportunidad real” para echar a Sánchez de La Moncloa. En este sentido, fuentes populares hablan a esta agencia del riesgo de mostrar “triunfalismo” generando expectativas que puede que no lleguen a cumplirse, tal y como ocurrió el 28-A.

Por su parte, en Génova insisten en que “solo hay dos partidos” que compiten por la Presidencia del Gobierno y que es esencial lograr un escaño más para poder pilotar la negociación. De ahí la insistencia en que Casado y Sánchez midan fuerzas en un debate cara a cara para centrar la disyuntiva electoral entre el voto útil al PSOE o al PP.

En cuanto al escenario que se abriría en el caso de que el PP consiga este objetivo de 100 escaños pero sin que dé la suma con Cs y Vox, en la dirección popular se limitan a recalcar que la situación en España será muy diferente si quien maneja las negociaciones postelectorales es Casado, más tras “el bloqueo impuesto” por Sánchez cuando ha tenido en su mano ese papel por haber ganado las elecciones generales en abril.

Hasta la campaña electoral, que se abrirá y cerrará en Madrid, Casado seguirá recorriendo España para erigirse en garante del desbloqueo. Lo hará en actos sectoriales y de marcado contenido económico, pues la estrategia también pasa por unir en el PP el voto contra la recesión económica. Todo ello se compaginará con entrevistas en televisión y “mucha calle”, corrigiendo el tono de la anterior campaña para “no entrar en el barro” con Cs y Vox porque “no son alternativa”.