Desde el anfiteatro del Parque del Retiro, tras el monumento a Alfonso XII, el presidente de los populares se hizo la tradicional foto de familia con la candidatura del PP por Madrid al Congreso de los Diputados y al Senado. A continuación, tomó la palabra y dejó claro que en las elecciones generales del próximo 10 de noviembre sale “a ganar, no a empatar, para recuperar el futuro de España”.

“Sánchez hoy ha dicho que plantea un agenda de desbloqueo para España y con mucha moderación tengo que decir que es una afirmación inaceptable y que daría la risa si no fuera dramática por lo que hemos vivido estos últimos meses”, aseveró Casado, desde la base de que el líder del PSOE “no puede revestirse con el disfraz de que va a desbloquear la situación política” como ha hecho hoy en Alcorcón.

Argumentó que “el que crea un incendio no puede ponerse el casco de bombero” y enfatizó que al “igual que los pirómanos no apagan los fuegos, aquellos políticos que llevan bloqueando conscientemente la situación política durante meses no pueden ahora intentar engañar a los españoles diciendo que si se les votan van a desbloquear”.

En una alocución repleta de reproches a Sánchez y sin menciones a Ciudadanos o Vox, Casado hizo suya la defensa de la moderación que previamente había hecho Ana Pastor, su número dos en la lista por Madrid, y recalcó que esta cualidad “no es la distancia al nacionalismo” ni tiene que ver con tener “menos principios y ser más voluble”. “La moderación es el respeto a tu adversario con principios firmes e ideas claras para mejorar la vida de tus compatriotas”, adujo.

A menos de un mes para los comicios, Casado recalcó que “esto ya no va de desbloqueo”, sino de “quién es la alternativa a Sánchez y quién puede ganarle”. A su juicio, “solo” el PP puede “desbloquear España” para que el país vaya “bien” y se supere “la parálisis”. Es más, se mostró convencido de que “puede ganar” el 10-N, en base a encuestas que “ya dan empate aquí, en Madrid, con el PSOE”.

20 ESCAÑOS DE DIFERENCIA

Remarcó que “Madrid siempre es referencia y termómetro de lo que pasa en el resto de España” y, a nivel nacional, se llegó a situar “a menos de 20 escaños” del PSOE siguiendo lo que dicen los estudios demoscópicos. Con este espíritu ganador, volvió a decir que la suya es “la alternativa” a un “mal gobierno” de los socialistas y que no hay otra.

“Decía Sánchez que el multipartidismo no ha traído estabilidad. ¡Bienvenido al club!”, trasladó Casado al jefe del Ejecutivo en funciones y recordó que él lleva meses defendiendo esta postura. En este momento, aprovechó la cercanía del monumento en honor a Alfonso XII, “el pacificador”, porque hablar de su figura “supone hablar de la restauración de la España que después de 75 años de luchas fratricidas, guerras civiles y confrontaciones en el exterior, decide con dos estadistas como Cánovas y Sagasta restaurar no solo un régimen liberal, sino también un sistema en el que los dos grandes partidos se alternan en el poder”.

Y esto fue así, prosiguió Casado, en aras a una estabilidad política que generase “paz, piedad y perdón”. Aludió de esta manera a “esa España de la reconciliación, a ese país de españoles que decidieron unirse en vez de seguir pelándose, a esos estadistas que decidieron tener programas políticos sobre lo que les unía en vez de lo que les había enfrentado". “Creo que es un buen ejercicio histórico en el que basarse”, valoró.

“DESVERGÜENZA”

Casado también reprendió a Sánchez por decir “que el PP no tiene credibilidad económica” y juzgó que estas declaraciones son directamente “una broma de mal gusto” cuando provienen del PSOE que “nos llevó a la peor crisis” y dejó “quebrado” el sistema del bienestar y ubicó al país “al borde del rescate”.

Por ello, dejó claro que no piensa admitir “lecciones económicas” de Sánchez cuando el PP “siempre rescata el desastre que deja el PSOE” en página económica. “Es algo que no voy a tolerar y me parece una desvergüenza que se hable en estos términos” sobre la gestión económica del PP, remarcó, y precisamente se vanaglorió de contar en los primeros puestos de la candidatura por Madrid con exministras como Elvira Rodríguez, Ana Pastor o Isabel García Tejerina.

Sostuvo que “la única referencia económica del PSOE es la mentira”, porque el presidente del Gobierno en funciones “dice una cosa fuera de España y otra dentro, una cosa en Madrid y otra en Andalucía”. “Sánchez ya tiene la personalidad perfectamente disociada”, señaló el líder de los populares.

En su caso, prometió que la economía basará su campaña electoral y reclamó de nuevo un debate cara a cara con Sánchez para hablar de los problemas económicos, así como de política social, territorial o internacional. En definitiva, pidió al secretario general del PSOE que “los dos grandes partidos que se disputan la victoria” en estas elecciones contrapongan sus proyectos.

“UNIÓN”

El presidente de los populares subrayó que “en España hay fractura social y la izquierda no la va a solucionar porque es quien la ha creado”. En contraposición, vendió al PP como “el único proyecto que une a los españoles” y rechazó que éste sea un eslogan más de campaña en una España que “está desunida”.

“Sánchez tiene mucho ego y yo mucho equipo; Sánchez tiene el peor balance a sus espaldas y yo el partido que más ha hecho por la unidad y la prosperidad de los españoles”, manifestó en la línea de seguir marcando diferencias entre su proyecto y el del jefe del Ejecutivo en funciones.

Con “la legitimidad de lo que siempre hemos hecho” en materia económica, Casado remachó su discurso confiando en la victoria: “Vamos a ganar estas elecciones, os lo digo claramente. Vamos a ganar estas elecciones, lo tenemos a tiro de piedra. Con toda la humildad, os digo que vamos a ganar”, arengó a los suyos.

De esta forma, trasladó a los “compatriotas” españoles que el PP va a estar “a la altura” y “no va a defraudar” a quienes en el pasado confiaron en estas siglas y dejaron de hacerlo. Sin aludir en ningún momento a los votantes de Cs o de Vox, sí dirigió su mensaje a “aquellos que llegaron a ser 11 millones que depositaron su papeleta en el PP en 2011” o a los que “luego fueron 7 millones en 2016”.