Ciencia

El mamut se extinguió hace 4.000 años en una isla del Ártico

MADRID
SERVIMEDIA

Los últimos mamuts lanudos murieron hace unos 4.000 años y de forma abrupta, en la isla de Wrangel, situada en el océano Ártico, al noreste de Rusia, según un estudio de un equipo internacional de seis investigadores pertenecientes a las universidades de Helsinki (Finlandia) y Tubinga (Alemania), y la Academia de Ciencias de Rusia.

El estudio, publicado en la revista 'Quaternary Science Reviews', reconstruye el escenario que podría haber llevado a la extinción del mamut lanudo ('Mammuthus primigenius') a partir de fósiles hallados en la isla de Wrangel y fechados por radiocarbono.

Los investigadores creen que una combinación de hábitat aislado y episodios climáticos extremos, e incluso la propagación del hombre prehistórico, pudieron haber sellado el destino de esos antiguos animales gigantes, que pudieron extinguirse de forma abrupta.

Durante la última glaciación, ocurrida entre 100.000 y 15.000 años atrás, los mamuts se extendieron por el hemisferio norte desde España hasta Alaska. Sin embargo, su hábitat se redujo en el norte de Siberia y Alaska debido a un calentamiento global iniciado hace unos 15.000 años. Y en la isla de Wrangel quedaron aislados del continente europeo por el aumento del nivel del mar, pese a lo cual esa población sobrevivió otros miles de años más.

Los investigadores examinaron las composiciones isotópicas de carbono, nitrógeno, azufre y estroncio de un gran conjunto de huesos y dientes de mamut del norte de Siberia, Alaska, el Yukón (noroeste de Canadá) y la isla de Wrangel, que datan de hace entre 40.000 y 4.000 años.

El objetivo era documentar posibles cambios en la dieta de los mamuts y su hábitat, y encontrar alguna evidencia de posibles alteraciones en su entorno. Los resultados mostraron que las composiciones de isótopos de carbono y nitrógeno de los mamuts de la isla de Wrangel no cambiaron mientras el clima se calentaba hace unos 10.000 años. Los valores apenas cambiaron hasta que esos animales desaparecieron aparentemente con condiciones de vida favorables y estables.

MUTACIONES

Este hallazgo contrasta con los hallazgos sobre mamuts lanudos de las llanuras ucraniano-rusas, que murieron hace alrededor de 15.000 años, y de los mamuts de la isla de Saint Paul, de Alaska, que desaparecieron hace unos 5.600 años. En ambos casos, los últimos representantes de esos gigantes similares a los actuales elefantes mostraron cambios significativos en su composición isotópica, lo que indica cambios en su entorno antes de que se extiguieran localmente.

Estudios anteriores de ADN complementario (ADNc) indican que los mamuts de la isla de Wrangel sufrieron mutaciones que afectaron a su metabolismo de las grasas. El nuevo trabajo encuentra una diferencia entre los animales de ese lugar y sus predecesores siberianos en la Edad de Hielo, ya que los valores de isótopos de carbono de carbonato mostraron una diferencia en las grasas y los carbohidratos en las dietas de esas poblaciones.

"Creemos que esto refleja la tendencia de los mamuts siberianos a depender de sus reservas de grasa para sobrevivir durante los inviernos extremadamente duros de la era de hielo, mientras que los mamuts de Wrangel, que vivieron en condiciones más suaves, simplemente no lo necesitaban", explica Laura Arppe, del Museo Finlandés de Historia Natural Luomus, perteneciente a la Universidad de Helsinki.

Los huesos también contenían niveles de azufre y estroncio que sugerían que la meteorización del lecho de roca se intensificó hacia el final de la existencia de la población de mamuts, lo que pudo haber afectado a la calidad del agua potable.

CLIMA EXTREMO

Por otro lado, los investigadores creen que los mamuts lanudos desaparecieron repentinamente por eventos de corta duración por el clima extremo (como lluvia sobre la nieve, es decir, la formación de hielo que pudo haber cubierto el suelo con una gruesa capa helada que evitó que los animales hallaran suficiente comida). Ello pudo haber desembocado en un dramático declive poblacional y, finalmente, en la extinción.

"Es fácil imaginar que la población, tal vez ya debilitada por el deterioro genético y los problemas de calidad del agua potable, podría haber sucumbido después de un evento climático extremo", apunta Hervé Bocherens, del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente de la Universidad de Tubinga, y coautor del estudio.

Otro posible factor podría haber sido la propagación de los humanos. La primera evidencia arqueológica de humanos en la isla de Wrangel data de unos pocos cientos de años después del hueso de mamut más reciente. La posibilidad de encontrar evidencia de que los seres humanos cazaran mamuts en ese lugar es muy pequeña, pero los científicos no descartan una contribución humana a la extinción.

(SERVIMEDIA)
07 Oct 2019
MGR/mjg