Comparando con informes elaborados en años anteriores, este estudio, basado en datos de 2008, refleja que la admisibilidad de los jóvenes ha disminuido hacia acciones violentas como la rotura de señales de tráfico, farolas y mobiliario urbano. En una escala de 1 a 10, con 10 como mayor aceptación, el visto bueno hacia este tipo de comportamientos está muy cerca del 1.

El director general del Injuve, Gabriel Alconchel, dijo hoy que “la gente joven es consciente de que debe cumplir la ley, de hecho la mayoría de ellos lo hace”. Por ello pidió que “no se generalice en torno a la juventud, ni que se les criminalice por el acto de unos pocos”.

Alconchel consideró lo sucedido el pasado fin de semana en Pozuelo de Alarcón “como un hecho aislado”, y se mostró de acuerdo con la decisión de aplicar sanciones a quienes no respeten la legalidad. Aunque matizó que “estos actos no deben ser utilizados como excusa para recortar las libertades de las y los jóvenes”.

El director general pidió “que se apoye a la juventud". "No se puede considerar a los jóvenes como meros consumidores, son ciudadanos en plenitud de sus derechos”, subrayó Alconchel, quien apostó “por la educación, la participación y el diálogo como instrumentos para difundir una mayor conciencia cívica entre las y los jóvenes”.