Así lo indicó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en una nueva entrada en su blog personal, en el que mostró su rechazo al “eufemismo” utilizado por la compañía energética al anunciar “la discontinuidad de la producción” con el cierre de estas centrales.

Álvarez recordó que “desde hace años en UGT llevamos colaborando en el desarrollo de un proyecto de transición energética justa, que permita ir sustituyendo paulatinamente las actuales tecnologías de producción energética por tecnologías sostenibles, con el fin de aunar la lucha contra la crisis climática y la producción necesaria para atender la demanda energética del país”. Para ello, añade, que dicha transición energética justa “tiene que contar con un plan económico, social, laboral y territorial, que se acuerde en el seno de las mesas de diálogo social”.

Así, el sindicato rechazó esta “decisión unilateral de la dirección de la empresa aprovechando la situación de inestabilidad política actual y que supone la antesala del cierre, máxime cuando estas instalaciones habían sido incluidas en el plan de inversiones necesarias para su adecuación a las exigencias de la normativa europea para la reducción de emisiones.

Asimismo, indicó que ambas centrales pueden englobarse además en el programa Futur-E de Enel, cuyo objetivo es desarrollar sinergias con la inclusión de actores locales (ciudadanos, instituciones y asociaciones) para entender las necesidades y lograr las mejores soluciones”.

Además, el secretario general de UGT destacó que su sindicato “lleva tiempo trabajando mano a mano con los trabajadores de los centros, empresarios, universidades, buscando proyectos que lejos de destruir, sumen”, con propuestas que permitan transformar las actuales instalaciones para la producción energética con combustibles no contaminantes.

Por ello, Álvarez aseguró que exigirá al Gobierno “contundencia con la dirección de la empresa para el mantenimiento de estas dos centrales en funcionamiento, dado que la inversión necesaria para adecuar estas instalaciones está prácticamente realizada y deberían mantenerse como energía de respaldo para garantizar el suministro peninsular, y que requiera el reacondicionamiento de las centrales en consonancia con los principios de una Transición energética ordenada, equilibrada y responsable”.