Según la licitación, a la que ha tenido acceso Servimedia, el contrato se adjudicó a la empresa Conzeta Publicidad por un importe total de 18.149,99 euros con IVA incluido. Al restar la cantidad del impuesto, se comprueba que el valor real fueron esos casi 15.000 euros, la cantidad que marca la ley como límite para que un contrato se adjudique como menor.

Esta diferencia es fundamental a la hora de fijar los requisitos para adjudicar el contrato. Si el encargo hubiera costado solo un céntimo más, las exigencias legales para concederlo hubieran sido superiores, ya que hubiese estado obligada a publicar las condiciones técnicas que se exigen, las empresas tendrían que presentarse al concurso y realizar ofertas y la Junta tendría que evaluarlas.

Sin embargo, como el contrato era inferior a esos 15.000 euros (aunque solo haya sido por un céntimo), la única obligación que tiene la Administración es publicarlo en su portal de contratación junto con el resto de contratos menores celebrados en el trimestre.

UNA CAMPAÑA RODEADA DE POLÉMICA

Desde que los anuncios y carteles salieron a la luz pública, partidos políticos y asociaciones criticaron tanto el mensaje como la forma de presentarlo. El mensaje principal de la campaña era ‘Pero la vida es más fuerte’, y lo acompañaban con la frase ‘Ella ha sufrido malos tartos, pero la vida siempre es más fuerte’ e imágenes de mujeres sonriendo. Poco después se descubrió que las fotografías se habían extraído de un banco de imágenes.

La empresa que elaboró la campaña, Conzeta Publicidad, tiene su sede en la localidad sevillana de Gelves, y según su página web, cuenta con un equipo de cuatro personas. Al frente está Ezequiel Pérez, único administrador y ‘creativo’. El resto de cargos que recoge la web son los de responsables de marketing, ejecutivo de cuentas y fotografía.

Precisamente, las fotografías que se emplearon (obtenidas de un banco ‘online’) ya habían aparecido en los anuncios de una empresa dental en Estados Unidos y en campañas de aseguradoras y compañías de salud.

El fondo del mensaje también fue criticado duramente. La presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, denunció que “la violencia sexista solo hace reír a quien la impulsa y la practica”, en referencia a que en todas las imágenes las supuestas víctimas estaban sonriendo.

Por su parte, el Gobierno central mostró su “preocupación” al ejecutivo de Juanma Moreno porque “la lucha contra la violencia de género no admite flaqueza ni planteamientos tibios, sino todo lo contrario: exige mensajes contundentes que demuestren que instituciones y sociedad se enfrentan de forma coordinada y consensuada a este grave problema”.

Desde el Partido Popular respondieron asegurando que el PSOE buscaba “rédito electoral”. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, aseguró que no recurriría al “y tú más” y que no criticaría a los socialistas “en la lucha contra esta lacra tan terrible” ante la que pidió buscar “el consenso de las formaciones políticas en el marco del pacto de Estado contra la Violencia de Género”.

La campaña de publicidad se adjudicó a través de la Dirección General de Violencia de Género, Igualdad de Trato y Diversidad, liderada por el exconcejal del PP en Marbella y actual militante de Ciudadanos, Ángel Mora. Desde la llegada de Moreno Bonilla a la Junta, esta Dirección General volvió a depender de la consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Antes, en 2017, el Ejecutivo de Susana Díaz transfirió estas competencias a la consejería de Justicia e Interior.

Para difundir la campaña, la Junta destinó 1,2 millones de euros de fondos del pacto de Estado contra la Violencia de Género.