Así se puso de manifiesto en el transcurso del Congreso de Comunicación y Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) que reúne en Santander a unos 400 profesionales. En este se expusieron los resultados de una encuesta sobre 4.000 adolescentes españoles, según la cual el 21% de jóvenes de entre 10 y 25 años sufre “trastornos de comportamiento” por culpa de la tecnología.

En su ponencia, el psicólogo coordinador del Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas de Madrid, José Moreno, estimó “imprescindible” trabajar sobre el conjunto de la familia en el abordaje del uso “disfuncional” de la tecnología por parte de los adolescentes para lograr el éxito en el tratamiento de esta dependencia.

En este punto, Moreno alertó sobre la “vinculación” que existe entre la existencia de violencia en el núcleo familiar y el trastorno de dependencia o adicción a la tecnología entre adolescentes.

Según sus cálculos, en torno al 70 o el 80% de los casos tratados de adicción tecnológica en esta franja de edad presentan formas de violencia tanto ascendente como descendente.

Por su parte, la vicepresidenta de Semfyc, María Fernández, llamó a dotar a los profesionales de atención primaria o de los centros de atención continuada de “herramientas y conocimientos para abordar adecuadamente la detección precoz de este tipo de patologías”.

Entre los consejos que los expertos trasladaron a familias y profesionales destacan la importancia de hablar a los menores sobre el uso de las tecnologías antes de que estos accedan a ellas así como de fomentar un “uso responsable y moderado, abandonando la idea de consumo cero".

Otra de las recomendaciones generales que propusieron es mantener los dispositivos en espacios comunes de la casa y evitar que los adolescentes vayan a dormir con el teléfono.

La Semfyc recordó que no fue hasta 2017 cuando la OMS habló por primera vez sobre trastorno por videojuego y que en 2019 añadió el trastorno por el uso de juegos digitales como una “medida peligrosa”.