Impulsan una técnica culinaria inca contra la anemia infantil en los Andes peruanos
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Acción Contra el Hambre ha recuperado una técnica culinaria usada por los incas y las comunidades andinas de Perú en el pasado para reducir la anemia en estas poblaciones, gracias a la incorporación a la dieta del charqui de sangrecita con recetas tradicionales apropiadas.
El proyecto, que en algunos municipios ha logrado reducir del 65 al 12% la presencia de anemia en la población infantil, fue premiado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fundación Mapfre y el Gobierno peruano. Según Acción contra el Hambre, la anemia por deficiencia de hierro afecta a 4 de cada 10 niños en Perú, porcentaje que alcanza a 7 de cada 10 en la región andina de Puno.
Esta ausencia de hierro afecta negativamente al crecimiento, ya que la carencia de glóbulos rojos produce un deficiente desarrollo cerebral. Cuando es la mujer embarazada quien sufre anemia, es más que probable que dé a luz un bebé con bajo peso al nacer. Además, reduce la actividad física, social y emocional, y perpetúa el círculo entre hambre y pobreza.
La anemia por déficit de hierro constituye uno de los principales retos de salud pública en Perú (resulta además más grave en zonas altas donde la presencia de oxígeno es menor), pero hasta ahora los suplementos de hierro distribuidos por el Ministerio de Salud chocaban frontalmente con su escasa aceptación cultural por las familias que viven en los Andes.
Por ello, el estudio etnográfico llevado a cabo por Acción contra el Hambre de la mano de personas mayores de las comunidades andinas ayudó a dar con técnicas autóctonas para combatir la falta de hierro.
El charqui es una técnica de conservación con la que la civilización inca conseguía conservar alimentos de origen animal durante largos periodos de tiempo a través de su secado al sol y adición de sal.
La elaboración del charqui de sangrecita consiste en secar la sangre de los animales que se cocinan -en lugar de deshecharla como se hacía en los últimos tiempos- y añadirla espolvoreada en los platos. Acción contra el Hambre diseñó recetas para menores de tres años y gestantes añadiendo productos elaborados y las difundió en demostraciones culinarias en las comunidades.
PRÓXIMOS PASOS
La ONG ha trabajado con la Pontificia Universidad Católica de Perú para afinar las técnicas para el uso de la sangrecita y determinar la cuantificación de la dosis. El Ministerio de Salud peruano recoge algunas de estas medidas dentro de sus recomendaciones y valora especialmente la sostenibilidad de la idea. En el futuro, se quiere recuperar la producción de charqui de más productos cárnicos y popularizar su uso.
Según Alejandro Vargas, coordinador de programas de Acción contra el Hambre en Perú, una buena nutrición no depende solo de los alimentos, sino también del conocimiento. "Con este proyecto contribuimos a mejorar la disponibilidad y el consumo de hierro en la dieta infantil a partir de técnicas locales apropiadas para su promoción y difusión", señaló. "Tomamos también en cuenta el contexto agrícola, económico y cultural”, agregó el director técnico de Acción contra el Hambre, Amador Gómez".
(SERVIMEDIA)
03 Oct 2019
AGQ/gja