En concreto, dentro de la cuenta corriente, bienes y servicios redujeron su saldo positivo un 1,4%, hasta los 20.300 millones. De esta partida, turismo y viajes aumento su superávit en 100 millones.

Por su parte, las rentas primaria y secundaria incrementaron su déficit un 14,8% y lo situaron en 8.500 millones.

La cuenta de capital registró un saldo positivo de 1.600 millones hasta junio, tras incrementarlo en 100 millones respecto al mismo periodo del año anterior.

La suma de la cuenta corriente y la de capital arroja un superávit de 1.600 millones en los siete primeros meses del año, por encima de los 1.400 millones que se registró en 2018.

En términos acumulados desde principios de año hasta julio, el saldo neto de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España fue de 18.200 millones, un 41,4% menos que en el mismo periodo del año anterior.

La mayor aportación a este saldo procedió de la otra inversión (incluye fundamentalmente préstamos y depósitos) con una contribución positiva de 50.700 millones, mientras que la inversión de cartera registró un déficit de 39.500 millones, frente al superávit de 24.000 millones del año anterior. La inversión directa registró una contribución positiva, de 11.700 millones.

El saldo de la cuenta financiera del Banco de España frente al exterior se situó entre enero y julio en un déficit de 1.500 millones, muy por debajo del déficit de 19.100 millones registrado el año anterior.

JULIO

Solo en el mes de julio, la cuenta corriente reflejó un saldo positivo de 3.200 millones, un 18,5% más. Dentro de esta cuenta, turismo y viajes se anotaron 5.300 millones, 800 millones más que en 2018. Las rentas primaria y secundaria ampliaron su déficit, hasta los 2.000 millones.

Por su parte, la cuenta de capital arrojó un superávit de 300 millones, el mismo que en julio de 2018. En suma, la cuenta corriente y la de capital reflejaron 3.500 millones de saldo positivo, un 16,6% más.

En el caso de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España, ésta registró un déficit de 200 millones, frente a los 6.900 millones de superávit del mismo periodo del año pasado.

La principal aportación positiva a este saldo fue la de la otra inversión, con un saldo positivo de 19.200 millones, como consecuencia de un aumento de los activos superior al de los pasivos.

Por otra parte, la contribución de la inversión directa fue de 6.900 millones. En sentido contrario, el saldo de la inversión de cartera fue negativo, con 19.600 millones de déficit. La cuenta financiera del Banco de España frente al exterior registró un saldo neto negativo de 1.800 millones, inferior al déficit de 5.600 millones un año antes.