Así lo indicó durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, donde comentó que “se va a tratar, junto con la empresa, de minimizar las afecciones”, viendo cuáles son las mejores condiciones para tratar de causar las menores molestias posibles a los vecinos.

En este sentido, cabe recordar que esta misma tarde, la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero; el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes; y la concejala de Arganzuela, Cayetana Hernández de la Riva, participarán en una reunión informativa sobre las obras en el ámbito Mahou-Calderón con representantes de colegios, Ampas, vecinos y propietarios de la zona.

La portavoz municipal confió en que a lo largo de esta tarde se produzcan avances importantes, después de que los vecinos de la zona se hayan quejado por el numeroso ruidoso y el polvo generado por las obras de derribo.

“La intención es agilizar al máximo las obras y facilitar las mejoras de la calidad de vida”, señaló Sanz antes de añadir que su intención es “minimizar las molestias y tratar de mejorar en movilidad, reducción de ruidos y contaminación ambiental”.

Por último, Sanz aseveró que lo principal es garantizar la seguridad de una obra “muy complicada”, con un graderío encima de una gran vía. Durante las obras, “habrá que desviar la M-30, tratando de minimizar las molestias generadas por una obra de esta envergadura”, pero recalcó que “los plazos se cumplirán”.