Esta fue una de las realidades que plantea el sindicato en su ‘Informe de inicio de curso 2019-20’, que pone el foco en el profesorado. El documento refleja que el 37% de los docentes del sistema público son mayores de 50 años y que de menos de 30 años hay tantos como de más de 60 (4,5%).

Así, según CCOO, si en 2017 (últimos datos) había alrededor de 23.000 profesores menores de 30 años, los docentes de entre 50 y 59 años sumaban más de 159.000; los de entre 60 y 64 se acercaban a los 23.000 y los de más de 65 casi 2.000.

Durante la presentación del informe en Madrid, el secretario general de la federación, Francisco García, pidió “poner remedio con urgencia” a ese progresivo envejecimiento de la plantilla. “Hoy hay un 45% menos de profesores menores de 30 años que en 2009”, indicó.

Esto se debe, dijo, a que en los últimos años no se ha cumplido la tasa de reposición de los profesores, ha aumentado la interinidad y el horario de los docentes, entre otras cuestiones, muchas relacionadas, según el sindicato, con los recortes del PP por la crisis económica.

Por todo ello, exigió que se aumente la convocatoria de plazas, con más de 46.000 puestos extra antes de 2022, pues de no ser así, no se alcanzaría el compromiso de reducir la tasa de reposición al 8%. Actualmente, según los datos oficiales que se consulten, en el mejor de los casos estaría en el 22%. Hasta la fecha, en línea con ese compromiso, se han convocado unas 50.000 y quedarían pendientes unas 43.000, a las que habría que sumar las citadas 46.000.

PLAZAS DESIERTAS

A ello hay que añadir, según denunció CCOO, que en las últimas convocatorias de oposiciones de 2019 han quedado sin cubrirse el 8% de las plazas, casi 2.000 puestos. García subrayó que “donde más plazas se quedan sin cubrir es en Secundaria”. “Hay que juzgar al profesor con mejores competencias”, indicó, poniendo el ejemplo de que los alumnos necesitan “un profesor de filosofía o de matemáticas, no un filósofo o un matemático”.

“Habría que poner un parche” mientras se elabora un estatuto docente, pidió. Pero para eso, agregó, es necesario un gobierno “progresista” y con cierta “estabilidad”.

También reclamó que se establezcan unos “mínimos” a nivel estatal para hacer cumplir la reversión de los recortes en cuestiones como la jornada del profesorado. “El Estado tiene que fijar un techo de horario con carácter básico. Al no hacerlo así, no ha tenido prácticamente efectos. Sólo Asturias ha llegado a un acuerdo posterior a la publicación de la ley”, que, en su opinión, “no está siendo eficaz”.