Durante la comparecencia de hoy, el fiscal encargado del caso, Vicente González Mota, no pidió ninguna modificación de las situaciones procesales de los 13 procesados, por lo que todos continuarán en libertad, siete de ellos bajo fianza de 6.000 euros.

Los 13 procesados llegaron a la sede de la Audiencia Nacional sobre las 10.30 horas de esta mañana acompañados de su abogada, Jone Goiricelaia, y abandonaron los juzgados apenas una hora después.

En concreto, Garzón acusa de un delito de integración en organización terrorista a la portavoz de D3M, Amparo Lasheras, así como a los miembros de esta formación Arantza Urkaregui, Elisabet Zubiaga, Iker Rodrigo, Imanol Nieto, Agurtzane Solabarrieta, Hodei Egaña, Unai Berrostegieta y Zuriñe Zorrozua.

El auto de procesamiento dictado el pasado lunes señalaba que estas nueve personas son militantes de ETA y tienen responsabilidad dentro de la banda terrorista. Garzón aseguró que su trabajo dentro de D3M tenía por objetivo conseguir que el complejo terrorista, a través de su frente institucional, esté presentes en las instituciones democráticas.

Por su parte, el magistrado procesó el pasado lunes por un delito de colaboración con organización terrorista al presidente de Askatasuna, José Antonio Munduate; a su secretario general, Xabier Isasa; al representante de D3M ante la Junta Electoral de Álava, Fernando Antía; así como al miembro de esta formación Aitor Liguerzana.

Sobre los máximos responsables de Askatasuna, Munduate e Isase, Garzón señaló que prestaron su consentimiento a que el partido político que dirigían asumiera las decisiones de ETA. Aún así, no les acusa de integración en ETA porque no ha quedado acreditado que participaran activamente en los planes de la banda terrorista.

CONTROL DE ETA

El juez señaló en el auto hecho público el lunes que tanto Askatasuna como D3M, cuyas listas a las elecciones del País Vasco del pasado 1 de marzo fueron anuladas por el Tribunal Supremo y el Constitucional, actuaron 'bajo la dirección y control de ETA".

A la hora de cerrar la investigación, Garzón decidió dejar fuera de la causa a otros 12 miembros de estas dos formaciones a los que había imputado en un principio. Contra diez de ellos no se han encontrado pruebas suficientes, mientras que los otros dos se encuentran ya encausados en otros sumarios por delitos similares.

El magistrado incidió en su teoría de que, tras la ilegalización de Batasuna y sus demás marcas electorales, ETA decidió crear otras marcas políticas para poder seguir presente en las instituciones. Dentro de esta estrategia, la banda terrorista creó D3M y utilizó Askatasuna, una formación que estaba en hibernación.