El real decreto se convalidó con los votos favorables del PSOE, el PNV y Coalición Canaria, mientras que el PP se abstuvo. En total, fueron 345 votos, de los que 177 fueron a favor del decreto, 9 en contra y 159 abstenciones.

Por su parte, también se voto la posibilidad de tramitar las medidas como proyecto de ley para que sea debatido en el Congreso. Sin embargo, esta petición fue rechazada por 176 votos en contra, 168 a favor y una abstención.

En la defensa del real decreto, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado aseguró que “estas medidas se insertan en la línea del Gobierno de poner en marcha reformas para favorecer la recuperación y el cambio de modelo productivo”.

En este sentido, la vicepresidenta segunda subrayó la “coherencia y rapidez” de estas medidas que buscan “recuperar la confianza de los operadores económicos sobre nuestra capacidad y determinación en cumplir los compromisos”.

Éstas son las razones que, según Salgado, llevaron al Gobierno a tramitar en un real decreto estas medidas, con el objetivo de lograr “una mayor eficacia en su aplicación”.

El decreto incluye la privatización parcial de Aena y de las Loterías del Estado, así como la aclaración sobre el cómputo de las horas de trabajo de los controladores que provocó la revuelta de estos profesionales durante el puente de la Constitución.

En materia de aeropuertos se incluyen dos modificaciones adicionales sobre atención en caso de enfermedad de los controladores y garantía del servicio bajo la dirección, si fuera necesario, del Ministerio de Defensa.

En el ámbito fiscal destaca el incremento de los impuestos aplicados al tabaco, con los que el Ejecutivo espera recaudar 780 millones de euros adicionales el próximo año.

Por otro lado, impulsa medidas de apoyo a las pymes, como una rebaja del Impuesto de Sociedades o la eliminación de la obligatoriedad de pagar una cuota a las Cámaras de Comercio.

En su intervención en el pleno, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, afirmó que lo que España necesita “son reformas estructurales de fondo”, pero el real decreto recoge “un elenco de medidas improvisadas e incoherentes”.

Por esta razón, el diputado popular asegura que las medidas, “en vez de clarificar el horizonte, presentan a un Gobierno incapaz de generar confianza”.

Sobre si las medidas vienen dictadas por los mercados financieros, Montoro afirmó que lo que “los mercados quieren, legítimamente, es poder cobrar su deuda”, por lo que considera que el Gobierno debe decirles “que España tiene esa capacidad”. Pero eso depende, según el parlamentario, “de que se aprueben reformas estructurales, no de tirones, improvisaciones y parches”.

Por su parte, el portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, señaló que su formación está “de acuerdo” en la mayor parte de estas medidas pero que se muestra “radicalmente en contra” de la privatización parcial de Aena, por lo que no apoyó la convalidación del real decreto.

El resto de partidos excepto PNV y Coalición Canaria también mostraron su rechazo a las medidas. Así, el diputado de BNG Francisco Jorquera explicó que, aunque consideran que algunas medidas son “positivas” también hay “ausencias clamorosas y muchas negativas”.

Por su parte, la parlamentaria de UPyD, Rosa Díez, criticó que el Ejecutivo tramitara el paquete de iniciativas como real decreto y afirmó que el Gobierno “se está acostumbrando a gobernar por excepción”.