Sevilla reconoció la imposibilidad de cumplir con dicho objetivo durante la presentación de resultados del banco correspondiente al primer semestre, cuando ganó 400 millones o un 22,30% menos, penalizado por una consecución inferior a la de 2018 en resultados por operaciones financieras.

La razón que detalló es que cuando elaboraron el plan estratégico para el trienio 2018-2021 el mercado esperaba que el euríbor a un año se situaría en un promedio de 73 puntos básicos en positivo en el año 2020, y ahora descuenta un indicador negativo en 20 o 30 puntos básicos.

“Y la evolución del tipo de interés explicaba una parte no pequeña del beneficio”, refirió el ejecutivo. Lo que no impedirá, según subrayó, que sí cumpla con su compromiso de repartir entre sus accionistas los 2.500 millones prometidos durante el trienio a través de dividendos y la entrega del capital que resulte excedentario por encima del 12% CET1 fully loaded.

Sevilla no quiso anticipar cuál sería el resultado bajo el nuevo escenario, remitiendo al plan de negocio y presupuestos que la entidad elaborará a final de año, aunque trató de quitarle hierro asegurando que es algo que ya estaban descontando los analistas. “Para el mercado no es ninguna sorpresa que no lleguemos a los 1.300 millones”, afirmó.

De forma indirecta y en una explicación a la inversa el director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, dio una idea del impacto de la situación. Según refirió, el banco podría sumar “más de 500 millones de euros” en dos años por la simple repreciación de las hipotecas, que suponen gran parte de su balance, si el euríbor subiese en 50 puntos básicos desde el actual -0,3% a un +0,2%.

La inyección sería de más de 200 millones el primer ejercicio y otros “más de 300 millones” en el segundo, generando al tiempo un aumento de su rentabilidad sobre recursos propios o ROE de 3 puntos porcentuales (hoy se sitúa en el 6,5%).

Los tipos están al cero por ciento desde el año 2016 y el BCE incluso ha abierto la puerta a posibles rebajas. En la actual situación la banca ya soporta un tipo negativo desde entonces puesto que el organismo cobra a las entidades financieras un 0,40% por custodiar su liquidez.

“Es claro que penaliza la rentabilidad del sector bancario la situación de tipos negativos. A nosotros los tipos bajos nos parece que son buenos, incluso deseable, lo que no nos parece que sea tan bueno es que hay tipos negativos porque rompen la ecuación de rentabilidad a las entidades financieras”, se quejó Sevilla.

Según avisó, esta situación perjudica desincentivando también el ahorro por parte de las familias al haber convertido en negativa la rentabilidad de algunos activos seguros como ciertos bonos del Tesoro y al haber acabado con la retribución que antaño ofrecían los depósitos bancarios.

PIDE QUE LOS TIPOS NEGATIVOS SEAN TEMPORALES

“Por eso creo que la política de tipos negativos tiene que ser temporal en el tiempo. Ha tenido sus ventajas, como conseguir relanzar la economía europea, pero también tiene efectos negativos”, indicó, insistiendo en que es un “desincentivo” claro al ahorro cuando se necesita tanto que hasta el Banco de España está avisando de que la hucha se encuentra en mínimos históricos.

En la medida que la situación se va a prolongar reconoció que obligará a Bankia a replantearse la estrategia desde la óptica comercial. “Tendremos que seguir pensando y cuando hagamos los presupuestos del 2020 seguir incorporando nuevas medidas para paliar o compensar el efecto de tipos negativos durante más tiempo”, indicó.

Sevilla descartó de plano que vayan a cobrar por los depósitos al pequeño ahorrador e indicó que ya lo hacen desde hace “bastante tiempo” con la liquidez de los clientes institucionales y empresas, aunque reconoció cierto margen para ajustar la retribución a los clientes particulares. “Aunque es verdad que el margen es escaso, algo podemos bajar, seguro, pero la contribución de esa disminución va a ser muy pequeña”, indicó.

Avanzó que, aunque module o incorpore nuevas iniciativas comerciales, el plan se basará en los “fundamentos” de gestión que ya había trazado: elevar los ingresos por medio de una comercialización de productos con más margen y generadores de comisiones, donde quiere ganar cuota de mercado; reducir la exposición de activos tóxicos y vigilar los costes, aunque descarta nuevos ajustes tras los acometidos a raíz de la fusión de BMN.

En la mitad del plan estratégico indicó que el banco va a adelantar en un año la consecución de 190 millones en ahorros de costes por las sinergias de BME, que esperaba lograr a finales de 2020. También refirió que ha completado en un 78% la reducción de activos improductivos (créditos dudosos e inmuebles adjudicados), al haber reducido la posición en 6.900 de los 8.900 millones previstos para el trienio.

Indicó que ha generado un 46% de los 2.500 millones en capital que repartirá entre accionistas –con 1.137 millones cosechados-, y que en algunas líneas de negocio como financiación a empresas ha logrado arañar 70 puntos básicos a la competencia de los 80 que quería ganar y está “a la mitad de partido”, en fondos ha cubierto el 50% del objetivo (40 puntos básicos de cuota de mercado frente a los 80 que aspira a sumar) y en crédito al consumo va por detrás del plan porque el mercado está creciendo más de lo que esperaban.

Alvear confirmó además que en negocio core –margen financiero más comisiones y menos ingresos- crecerá al 5% previsto a cierre de este año, aunque hasta junio apenas haya aumentado dicha rúbrica un 0,3%.