El banquero efectuó esta reflexión durante la presentación de resultados del banco que en el primer semestre del año disparó un 340,9% su beneficio y lo situó en 532 millones gracias a la reducción de la factura de provisiones y ante la ausencia de los costes extraordinarios de TSB sufridos el ejercicio anterior.

“Es impresionante la fortaleza un poco de la economía y de la vida de los ciudadanos”, refirió teniendo en cuenta que la situación de interinidad política en las dos últimas elecciones ha provocado que se acumulen “bastantes meses sin un Gobierno electo, con un Gobierno de tránsito”.

“El tópico –refirió- es que cualquier sector económico necesita un escenario de lo más previsible y, por tanto, siempre es bueno que haya un Gobierno formado por que eso permite de alguna forma hacer mejor la planificación”.

Dicho esto, el ejecutivo resaltó que la economía “está muy vital y con muy buenos signos”, recordando que el propio FMI acaba de subir su previsión y es la única economía global a la que ha mejorado las proyecciones de crecimiento.

El banquero admitió además observar “que hay permanentemente inversión” y no solamente la financiera esperable sino también “real” e, incluso, inversión en segmentos de nueva economía.

Se le había preguntado si con la situación política se resiente la inversión e indicó que es difícil de saber porque la cuestión sería “de lucro cesante” o de cuánto se puede perder frente a lo que hubiese sido en una situación con Gobierno estable.

“La fuerza de la economía está bastante evidente”, indicó refiriendo que lo está además en términos relativos ya que “está resistiendo bastante” pese a la desaceleración del contexto internacional y eso es significativo cuando la salida de Admitió que, aunque imposible de evaluar, algo podría estar afectando: “Me cuesta decirte categóricamente que no se esté perdiendo oportunidades por la incertidumbre política”, confesó.