Los portavoces de ERC y de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua, anunciaron su voto conjuntamente como parte de la estrategia de ambas formaciones para defender los intereses de Euskadi y de Cataluña en las instituciones del Estado.

Con especial dureza, Rufián alertó de que tanto Sánchez como Iglesias estarán "muertos políticamente" si hay nuevas elecciones, y su electorado no distinguirá entre la responsabilidad de uno y otro porque solo percibirá que la izquierda española "falla" y demuestran que la democracia "no vale" porque no les gusta lo que se votó el 28 de abril.

Alertó de que quedan "cuatro horas para dirimir el futuro de la izquierda en este país y en los nuestros" y exigió un acuerdo ante una oportunidad que no es política sino "histórica" que requiere de los dirigentes implicados "atornillarnos a una mesa de negociación".

Explicó que hasta unos minutos antes estuvo hablando con dirigentes del PSOE y también de Unidas Podemos, aunque no con Pablo Iglesias, que no le había cogido el teléfono. Su propuesta a las dos partes es clara: que Sánchez levante el veto a Iglesias y que Unidas Podemos acepte los cuatro ministerios que le ofrece el PSOE.

Rufián subrayó que en Cataluña hay costumbre de llegar a acuerdos entre diferentes y exigió a la izquierda española "que haga lo mismo" porque si no el PP, Ciudadanos y Vox "nos pasará por encima". Es "una enorme irresponsabilidad, negligente" no poner todo de su parte para evitar unas elecciones de las que podría salir Santiago Abascal como ministro de Defensa, Inés Arrimadas de Interior y Marcos de Quinto en Economía, además de "un 155 aplicado a todos aquéllos que supongamos una amenaza para la derecha en este país".

Considera que Sánchez "ya tiene que saber que fue un error vetar a Iglesias" y debe levantar ese veto, y que Unidas Podemos debe entender que cuatro ministerios después de solo cuatro años en el Parlamento "es un éxito extraordinario" y debe aceptarlo, sabiendo además que tendrá una legislatura para "demostrar que son mejores y cobrárselo en unas siguientes generales" ganando al PSOE. "Que entre y lo demuestre", insistió.

Rufián no quiso detallar el reparto de responsabilidad que achaca al PSOE y a Unidas Podemos e insistió en que el electorado de izquierdas no hará esa distinción y meterá a todos en un mismo saco en el que ERC no quiere estar. "Este pato también lo pagamos nosotros", lamentó.

Aizpurua subrayó que entre ERC y EH Bildu tienen 19 diputados, aunque Oriol Junqueras está suspendido de sus derechos y prerrogativas y no tiene voto efectivo, y representan a más de un millón de electores con un peso "decisivo" en la conformación de mayorías en el Congreso de los Diputados. Subrayó que ambos se comprometieron en la campaña electoral a no dar oportunidades a la derecha y a la ultraderecha "ni por acción ni por omisión" y lamentó que las izquierdas españolas no sean capaces de dar respuesta a las demandas sociales que dicen representar.

Abocar a unas nuevas elecciones, insistió, sería "una irresponsabilidad histórica" con consecuencias para el conjunto del Estado, no solo para Euskal Herria, y por ello creen necesario "abrir una ventana de oportunidad para que las izquierdas españolas puedan hacer las cosas de manera diferente".