Así lo ha comunicado hoy la petrolera en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), coincidiendo con la presentación de sus resultados del primer semestre.

En la actualización estratégica 2018-2020 presentada por Repsol en junio de 2018 establecía su compromiso de mejorar la retribución al accionista siempre que se cumplieran una serie de condiciones, como que la generación de caja lo permita. La reducción de capital anunciada este miércoles será sometida a votación en la Junta General de Accionistas que debe llevar a cabo la compañía el próximo año.

Esta medida se suma al incremento del dividendo previsto para el ejercicio 2019, que pasará de 0,9 a 0,95 euros por acción. Además, la compañía pretende pagar un euro de dividendo en el ejercicio 2020.

Esta amortización es adicional a las que lleva a cabo la petrolera de forma habitual para evitar que el valor de su acción se diluya como consecuencia del pago del dividendo mediante la emisión de nuevos títulos a aquellos accionistas que así lo prefieran.