En concreto, el déficit por cuenta corriente aumentó en 2.700 millones de euros en el transcurso de esos 12 meses.

Dentro de la cuenta corriente, bienes y servicios pasó de un superávit de 4.200 millones entre enero y abril de 2018 a otro, inferior, por valor de 2.500 millones este año. De esta partida, turismo y viajes elevó su saldo positivo de 9.300 millones a 9.500 millones de euros.

Sin embargo, las rentas primaria y secundaria aumentaron su resultado negativo a 8.500 millones, desde el déficit de 7.400 millones del periodo comparable del pasado ejercicio.

Por su parte, la cuenta de capital mantuvo su superávit en 1.000 millones. En suma, las cuentas corrientes y de capital registraron un saldo negativo de 4.900 millones, más del doble que el registrado un año antes (de -2.300 millones).

En términos acumulados desde principios de año hasta abril, el saldo neto de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España fue positivo en 1.500 millones, siendo la mayor aportación a este saldo la partida de otra inversión donde se contabilizan, principalmente, repos, préstamos y depósitos, que arrojó un saldo positivo de 24.800 millones de euros. La inversión de cartera generó a su vez una contribución negativa de 17.600 millones.

El saldo de la cuenta financiera del Banco de España frente al exterior se situó en ese período en 400 millones de euros.

MES DE ABRIL

Solo en el mes de abril, la cuenta corriente arrojó 400 millones de superávit, por encima de los 200 millones en el mismo mes del año anterior, y dentro de esta cuenta, bienes y servicios amplió su superávit en 1.200 millones, hasta los 2.600 millones, del cual turismo y viajes se mantuvo estable en los 2.600 millones. Las rentas primaria y secundaria ampliaron su déficit, hasta los 3.100 millones.

La cuenta de capital reflejó 400 millones de saldo, el doble de los 200 millones contabilizados en abril de 2018, y sumada a la cuenta corriente resultó un equilibrio de 0 millones de euros frente al déficit de 1.100 millones registrado en el mismo mes del pasado ejercicio.

El saldo de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España se situó en 4.800, por debajo de los 9.800 millones de un año antes. La principal aportación a este saldo fue la de la inversión de cartera (correspondiente a las inversiones en valores negociables que no son inversión directa) con un saldo positivo de 5.500 millones, como consecuencia de un aumento de los pasivos.

Este saldo se vio parcialmente compensado por el de la otra inversión (que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos), con un saldo negativo de 900 millones, provocado por un aumento de los pasivos superior al de los activos.

Por otra parte, la contribución de la otra inversión (que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos) fue prácticamente nula.

La cuenta financiera del Banco de España frente al exterior registró un saldo neto negativo de 1.300 millones en abril de 2019.