En una entrevista en Cope, ante la cumbre europea de este jueves y viernes para intentar avanzar en el reparto de los grandes puestos comunitarios, López-Istúriz se despachó con dureza contra los que se dicen “liberales” en Europa. “Yo soy liberal de toda la vida”, sostuvo, y definió al grupo liberal europeo como “un cajón de sastre”.

“Lo único que tenían es el término liberal, muy atractivo y justo el que nunca cumplen”, sentenció, y opinó que Macron se ha cargado “de un plumazo” este nombre, refiriéndose a la nueva denominación de ‘Renovar Europa’. A su juicio, este cambio se debe a que la estrategia del mandatario francés en el fondo corresponde a que “siempre ha sido socialdemócrata”.

En este sentido, indicó que “a nadie le extrañarán los ultimátums”, porque “está en ultimátums para echar a Cs del mal llamado grupo liberal”. “No los quiere porque Macron está muy a gusto con Sánchez”, prosiguió, y consideró que “la prueba del algodón” es precisamente lo que ha pasado con Manuel Valls en Barcelona, al irse “lógicamente” con el socialismo.

En cuanto a Vox y su unión al grupo Conservadores y Reformistas Europeos, destacó que tendrá que convivir cinco años con “el nacionalismo flamenco que va con lazos amarillos”, al tiempo que recordó que también Cs tuvo que compartir “mesa y mantel” en Bruselas con el PDECat y el PNV.

En cuanto al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, con residencia en Waterloo y fugado de la Justicia española, aseguró que “este tema empieza a ser visto en Bruselas como una anécdota, una especie de show negativo que no contribuye a mejorar la imagen de Cataluña y España”.

Por ello, prometió que desde su grupo seguirán trabajando para “frenar este intento de dar una imagen de España que no se corresponde en absoluto con la realidad”. “Los europeos no son tontos y esa imagen de que España es una dictadura y tal y cual no cuela”, se reafirmó, y remachó alegando que Europa “no acepta estas cuestiones”.