Ribera indicó, en declaraciones enviadas a los medios de comunicación, que el fondo noruego dejó el carbón “hace tiempo” y ahora hace lo propio con el petróleo y el gas en una apuesta “importantísima” hacia las energías renovables de países industrializados que están acometiendo cambios en su sistema energético.

“Confiemos en que nuestro país tenga capacidades para resultar atractivo y suponer confianza suficiente como para que parte de esa reinversión sea destinada a nuestro territorio”, añadió.

Ribera subrayó que la decisión del fondo soberano de Noruega supone “una voluntad clara” de los grandes inversores de “integrar razonablemente el riesgo climático” en su cartera, algo que “hace relativamente poco” no se consideraba.

Además, recalcó que está “perfectamente en línea” con recientes decisiones de otros gestores de fondos europeos, como BNP Paribas o Amundi, que han anunciado que alinearán sus carteras con el Acuerdo de París el 1 de enero de 2020 y el 1 de enero de 2021, respectivamente.

“Estamos, por tanto, viviendo una transformación importantísima del sistema financiero y de las decisiones de inversión que esperemos que vea buen puerto y sea debidamente ordenada”, concluyó.