Según Lissavetzky, ha hablado con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la idea es que hay tiempo hasta el mes de agosto o septiembre "para apuntarse a la carrera". Indicó que estos meses de reflexión no son un tiempo perdido para Madrid, porque hay muchas obras olímpicas avanzadas o terminadas.

Además, dijo que habrá una nueva Corporación municipal que salga de las elecciones, "y la condición necesaria, que no suficiente, es que haya un acuerdo político y a poder ser social" (para presentar la candidatura olímpica), y que también hay que evaluar los costes de esta candidatura y la situación económica y social.

Y sobre todo, a juicio de Lissavetzky, "hay que ver quien se va a presentar", porque "si los países que no han organizado nunca un campeonato de fútbol o unos juegos olímpicos tienen cierta ventaja sobre otros países, hay que analizarlo". "Si va a haber una apuesta por el continente africano clara y precisa por parte del COI, sería otra oportunidad perdida", subrayó.

Por todo ello, en opinión de Lissavetzky, "hay muchos aspectos que tenemos que analizar", y, "por eso, nos hemos abierto un periodo de reflexión y entiendo que hay tiempo de sobra para que la próxima Corporación pueda tomar una decisión".

Según el secretario de Estado, que dijo que tanto él como Gallardón se han comprometido personalmente a que este asunto no sea motivo de confrontación electoral, también hay que hacer un análisis con el mundo del deporte "para ver si hay posibilidades reales de que Madrid sea sede de los Juegos Olímpicos en 2020. Por lo tanto, la decisión está por ahora congelada", señaló.

Lissavetzky, que hizo estas declaraciones tras el acto de celebración del aniversario de la Constitución en la Puerta del Sol, aprovechó para agradecer públicamente el mensaje que ayer, jueves, recibió de Gallardón tras la votación en Suiza de la sede del Mundial de Fútbol de 2018, "mandándome ánimos y recordándome de alguna manera también esa aventura olímpica que tuvimos".