Así lo exigió a través de un comunicado que emitió coincidiendo con el Día Internacional del Lince y en el que recordó que la mayor parte de estos fallecimientos se concentran en unos pocos puntos negros y criticó la “desidia” por parte de las diferentes administraciones de Fomento responsables de habilitar pasos de fauna en estas vías.

El pasado uno de junio murió atropellado el último de estos ejemplares, Esencia, uno de los más longevos de la población de Doñana-Aljarafe y de “enorme valor genético”, según la organización.

El felino perdió la vida tras sufrir un atropello en el muro que conduce a la Reserva Natural Concertada de la Dehesa de Abajo, en el término municipal de la Puebla del Río (Sevilla), un punto negro donde han muerto tres ejemplares desde 2014.

Para WWF, este incidente refleja “claramente la desidia de las diferentes administraciones implicadas” ya que tuvo lugar en una vía asfaltada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que, posteriormente, “no ha asumido ni el mantenimiento ni la mejora de este vial”.

La organización ha dirigido este martes un escrito a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en el que solicita que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir adopte “urgentemente” las “medidas oportunas” para evitar nuevos atropellos en este punto negro.

Tras precisar que cerca del 60% de las muertes de linces se deben a esta causa y que el número de fallecimientos por este motivo se ha multiplicado en los últimos años hasta convertirse en el mayor peligro para esta “joya” de la naturaleza, WWF destacó que estos siniestros se concentran en unos pocos puntos negros entre los que citó la A-4 a la altura de las localidades de Andújar (Jaén) y de Almuradiel (Ciudad Real), la N-420 entre Cardeña y Montoro (Córdoba), en carreteras locales como la A-411 entre Hinojos (Huelva) y Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y la CM-10 entre Mazarambroz y Cuerva, en los Montes de Toledo.

Para reducir y frenar la mortalidad de linces por atropello, WWF pide corregir estos puntos negros y actuar “de forma urgente” habilitando pasos de fauna que puedan utilizar los linces y el resto de animales para cruzarlas “de forma segura”.

Con este objetivo la organización tiene en marcha una campaña de recogida de firmas que pide al Gobierno de España “que haga los deberes” y acabe con estos puntos negros en las carreteras ya que, según el responsable del programa de especie de WWF, Luis Suárez, los 14 decesos registrados hasta junio de 2019 “hacen presagiar” que la tendencia este año “será la misma” que en el ejercicio anterior, cuando se contabilizaron casi una treintena de casos.

“No podemos permitir que el esfuerzo de más de dos décadas por alejar al lince de la extinción se vea frenado por un problema que se puede evitar, agregó.

Suárez subrayó que, mientras en el año 2002 solo quedaban 92 linces en la naturaleza, por lo que este felino llegó a estar catalogado como especie en ‘Peligro Crítico de Extinción’ a nivel mundial, en la actualidad son ya son casi 700 los que viven en libertad por la península ibérica.