El Ejército de Tierra emitió un comunicado en el que explicó que la participación española en este ejercicio se concretó de la siguiente manera: Compañía de Reconocimiento Avanzado de la Brigada VI y del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, Escuadrón de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire y el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional.

En el ejercicio se practicaron e intercambiaron procedimientos de lanzamientos a alta cota –alrededor de 25.000 pies- con empleo de oxígeno, con apertura a alta cota y a baja cota.

Los saltos se realizaron desde aviones del Ejército del Aire (C-130 del Ala 31 y C-295 del Ala 35), de los Marines de EEUU con base en Morón de la Frontera (Sevilla) (C-130) y una aeronave holandesa.

Este ejercicio tiene como objetivo la instrucción en las técnicas de infiltración paracaidista y el intercambio de experiencias con militares de otros países que utilizan diferentes procedimientos para favorecer una interoperabilidad que permita la realización conjunta de futuras misiones.