Así lo definió el presidente de la Mesa de Edad, el socialista Agustín Zamarrón, quien en varios momentos de la votación tuvo que llamar al orden a sus señorías porque se agolpaban en el "foso" que da acceso a las escaleras de la tribuna y bloqueaban el acceso a los que iban a depositar su papeleta y a los que regresaban al escaño tras dejarla en la urna.

Zamarrón calificó la situación como "un trombo de difícil solventación" y en reiterada ocasiones detuvo el llamamiento a los diputados para solicitarles que "respeten la circulación" y "vuelvan a sus escaños aquellos que han votado".