“No tengo mucho que contar”, dijo a las puertas del centro hospitalarios. “Sé lo mismo que sabía al entrar. Alfredo está en estado estacionario. Y hay que esperar acontecimientos”, manifestó el ministro.

Tras reconocer que están todos tristes, “como es lógico” por lo ocurrido, Borrell recordó que conoce a Rubalcaba desde hace muchos años y que en su vida política ha “estado en todos los frentes”.

“Es una figura política todoterreno y no hay más que ver la oleada de afecto que se ha levantado en todas las latitudes de todos los ámbitos del partido y de la política española”, concluyó.

MUY CARIÑOSO

Borrell abandonó el centro hospitalario minutos después de que lo hiciera Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. El exministro de Educación reconoció la “sensación de dolor” del momento porque es “difícil y no es una situación que tenga mucha reversibilidad por lo que se sabe”.

Pero puso en valor que en la visita al hospital ha sentido “un afecto enorme” porque “Alfredo es una persona muy entrañable, muy cariñoso, muy próximo a todos”, al que le “ha tocado en la vida desempeñar unos puestos que parecería que exigen otra actitud y puede haber dado en algún momento quizá la percepción de alguien distante”.

“Pero es una persona absolutamente cariñosa y próxima” y, por tanto, “tiene muchos amigos, muchos compañeros”, resaltó. “Es el tiempo de la tristeza y de saber esperar”, remachó el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid.